Desvirtualización teléfonica, el peligro de usar un seudónimo y unas risas imprevistas

Esta mañana he empezado a toda caña. Con una lista de cosas que hacer que daba miedo.

Pero tenía una tarea grata que llevar a cabo. Llamar a mi primo, que vive en Fuerteventura y al que hace como 5 años que no veo para decirle que voy a verle a su isla el mes que viene...¡en nuestras vacaciones de Carnaval!

Voy a llamar a mi primo, David, aunque no se llama así. Lo hago para proteger a uno de los protagonistas de esta historia que opera en el mundo blogger con seudónimo.

Así que llamo a mi primo y ¡coge el teléfono! Y aquí os dejo la conversación de besugos que hemos mantenido.

Yo: ¿eres  el primo David?

Primo: ¿Qué? ¿Qué?

Yo: ¿Eres el primo David Gallego?

Primo: De gallego tengo poco, en todo caso extremeño

(inciso, nuestro padres son de Cáceres)

Yo: Primo David...

Primo: Qué no sé quién eres, ¿quién eres?

Yo: Tu prima Inma

Primo: Espera, espera, lbiegjboetjueklgjei

Yo: ¿Qué has dicho?

Primo: Que si eres del Buscalibros

Yo: (ya sudando y confundida) sí...

Primo: Que soy Neo, que no soy tu primo.¿ Tú eres la "G"?

jajajajajajaja.....

Mi primo y Neo tienen el mismo nombre y los dos números están grabados en la agenda como Primo David.

Así es como he desvirtualizado accidentalmente, esta vez telefónicamente a un Buscalibros. Si os preguntais por qué le tenía en la agenda, os comento que los Buscalibros hacemos nuestras reuniones por Whatsapp.

¡Qué majo eres, Neo, deseando que llegue la desvirtualización de verdad y nos ríamos aún más! Sin duda, lo mejor del día.

Y mirad la hora que es y oye....que no he logrado dar con mi primo, ....que ha cambiado de número, que un amigo común me ha dado el nuevo y que no lo coge...¡Priiiiimoooo!