miércoles, 31 de marzo de 2010

¿Qué pasa cuando tu proveedor de ADSL te deja tirado?

Que tu proveedor de ADSL te deje tirado y sin internet (y si teléfono y sin canales de televisión y sin PlayHouse Disney) es una situación terrible, ¿verdad? Pues si como yo, trabajas desde casa esta situación se convierte en tragedia. Y si tienes que dejar programado el envío de un boletín de ofertas de viaje para el día siguientes la situación se convierte en urgente, estresante.
Esto me pasó hace bien poco y acabé trabajando varios días desde el Starbucks cercano al Reina Sofía, con su consecuente empacho de chai-tea-latte y cookie de chocolate blanco (qué empacho más rico).
Carrie (Sarah Jessica Parker), en Sexo en Nueva York, creía que la gente que está en las cafeterías con el ordenador lo hacían para presumir y hacerse los interesantes. Más adelante, se peleó con su novio y para no estar en casa se fue a trabajar al café de turno. Entonces llegó a la conclusión de que los cafés con wifi están llenos de personas que se han peleado con sus parejas y se niegan a poner un pie en su casa. Pues no, Jessica, los cafés con wifi (lo que en Madrid se limita a Starbucks y cuatro más) están llenos de pobres tipos a los que su proveedor de adsl les ha dejado tirado.
Moraleja: me he comprado una conexión de internet móvil...por si acaso

¡Por fin!

3, 2, 1, ....¡cero!
Bueno, ya era hora, allá vamos, ¡por fin me decido a empezar mi propio blog!. Estoy en el sofá con la tele puesta, intentando que mi hijo se duerma porque es muy tarde y con una libreta llena de ideas para mis futuros posts. ¿Para quién es este blog? Para mí y para compartirlo con quien lo quiera leer, para contar aquello que no todo el mundo tiene tiempo de escuchar y para opinar, sobre todo.
Quiero hablar sobre ser mujer y madre mientras intentas subir en la escala profesional, sobre reinventarse y reorganizarse después de perder un buen trabajo (ay, la crisis), sobre cómo es trabajar desde casa, y por supuesto sobre lo que me apasiona: el turismo y si es online, mucho mejor.
Crucemos los dedos