lunes, 28 de marzo de 2011

El Jetlag

Han cambiado la hora y estoy como un zombie, de hecho voy a tener que quedarme a trabajar hasta tarde porque no he hecho casi nada, no me puedo concentrar, tengo sueño y colocón. Ayer me quedé hasta las tantas viendo chorradas patéticas en la tele.
Y lo peor es que no he podido llevar a mi hija a la guarde porque se caía de sueño. Literalmente, se caía al suelo, no se tenía de pie...¡y se ha despertado a las 12.30 de la mañana! El mayor, como se fue castigado pronto a la cama se ha librado de sentir las consecuencias del cambio horario primaveral y ¡esta mañana estaba resalao!
Esto es peor que el jetlag, porque no hemos viajado y no nos hemos puesto al día  con el mundo cinematográfico tragándonos todas las pelis del inflight entretaintment.....
¡ A por mi dosis de cafeina!

jueves, 24 de marzo de 2011

No son cosas de niños

Cuando los niños se pegan por un juguete, o se tienen envidia o hacen algo que indudablemente está mal o muy mal, se oye el comentario tipo de "son cosas de niños" y así se supone que se zanja el asunto.
Yo pienso que no son cosas de niños y no es sobre si ciertos comportamientos merecen o no un castigo de lo que quiero hablar. Creo que los niños y los adultos tenemos los mismos sentimientos pero los exteriorizamos de forma diferente. Por suerte, con el tiempo aprendemos a canalizarlos y a "quitarles hierro". Pero eso no impide que los sintamos.

Este fin de semana mi hijo muy triste me contaba que su amigo del alma del cole ahora prefería jugar con otro niño durante el recreo. Podría haber pensado "son cosas de niños", pero es que no lo son, y si no que me lo cuenten a mí que en el curso de un año y medio un amigo me ha abandonado, a otro le sigue la pista Lobatón y una amiga y yo nos separamos por ciertos temas turbios que se intentaron aclarar por Facebook en vez de hablando. Y ninguno era mi amigo del alma pero aún así me sentí triste...

¿Y la envidia? Quién no ha rabiado en su vida profesional en algún momento porque siente que esa promoción debería haber sido suya. ¡Cómo no va a rabiar un niño si su hermano tiene un regalo y él no! (aunque la situación sea justificada)

Como no va a sentir celos un niño si recibe más piropos su herman@, vecin@ o amiguit@. A ver, si  has salido con amig@s que ligaban más que tú seguro que algo te habrá afectado, ¿no?
Pues eso, si hacemos una retrospectiva podemos sentirnos orgullosos ahora como adultos de lo bien que hemos aprendido a relativizar las situaciones y sentimientos negativos y a disfrutar más de los positivos . ¿A qué mola?

martes, 22 de marzo de 2011

La Polaroid que nunca tuve

Yo nunca tuve una polaroid, y claro que me habría gustado tenerla.
Sacar una foto y que está saliera volando por los aires y que todos los que posábamos para ella saliéramos coriendo detrás de la foto y que yo, la propietaria de la cámara dijera: "no pongais los dedazos en la foto que se está revelando" era mi gran sueño.

El tiempo ha pasado y tengo cámara digital, cámara de vídeo guay y un blackberry. Pero nunca tuve una polaroid.
Hoy he dado por la casualidad más casual con un programa muy fácil que convierte cualquier foto digital en una polaroid. El programa se llama Pola (¡Cómo no!) y lo podeis descargar gratis en softonic
Además de ponerles el marquito Polaroid y poder escribir un comentario, les da ese aspecto marroncito kutrelux de las polaroid- a mí hasta me ha añadido granos y rojeces en la piel, el programita, como si yo ya no tuviera bastante con mis imperfecciones naturales.
Y es que señores, no se puede tener todo en la vida...pero todo llega, todo llega aunque sea virtual...¡Ahora yo ya tengo polaroid virtual!
PS: esto no es publicidad, es pura emoción

martes, 8 de marzo de 2011

Mamá, no me escuchas

La frase del 2011 este año es "mamá, no me escuchas". Mi hijo mayor empezó decirla, a exclamarla y ahora a gritarla como reacción a mi "cuando los mayores hablas los niños no interrumpen". Así que ahora en casa tenemos conversaciones de "no me chilles que no te veo".
Yo hablo con mi pareja con "espera a que termine de hablar con papá" entre cada frase y adornado con gritos de "no me escuchas, estaba hablando yo" de mi hijo mayor con ecos de mi hija pequeña que repite lo que dice su hermano y al final, así no hay quien tenga una conversación en casa. Todo mezclado con que a la hora de cenar según prescripción del profesorado tenemos que hablar en francés, con lo que mi hija pequeña, que no lo pilla todo, repite "¿qué has dicho?" Cuando logramos calmar la situación y llevar la conversación y la cena a un momento coherente el horrible artilugio se empieza a interponer entre la comunicación familiar. Llega la frase que más más odio que es "quiero ver la tele" que se mezcla con "no, ahora es el telediario" de papá y el "¿por qué no leeis un cuento?" de mi parte y los "quiero un biberón" de la peque...qué caos. A solas sueño con arrancar un cable de la tele y esconderlo y poner cara de inocente cuando el artilugio malvado no funcione....Porque me niego a tener más de una.