jueves, 29 de agosto de 2013

Flashback: Como era para mí la vuelta al cole


Cuando era pequeña, mis padres siempre nos llevaban de vacaciones las dos primeras semanas de septiembre.

Así que durante el mes de agosto éramos una de las 3 o 4 familias que nos quédabamos en el barrio. Y es tal cual, porque en aquella época el 90% de los españoles se iba de vacaciones un mes entero y éste era el de agosto.
Lo de tener Madrid para nosotros solos no era precisamente lo ideal. Casi todo estaba cerrado, hacía un calor alucinante y lo de tener un ventilador era inalcanzable. Al menos tenía con quien jugar además de mis hermanas, ya que mi amiga Isa y su familia también se quedaban y pasábamos los niños mucho tiempo juntos en las calles o en el Parque.

Aún así, lo llevábamos bastante bien, sobre todo porque mis padres nos contaban historias horribles sobre lo chungas que eran las vacaciones playeras en agosto, con colas para todo y sin sitio para plantar la sombrilla en la playa, amén de la toalla o la esterilla.

En fin, que a pesar de comernos dos  meses a 40º en Madrid, con tres visitas a la piscina y un calor de sobremesa que solo lograba aliviar el bajar las persianas hasta la penumbra, no nos quejábamos mucho.

Pero para mí, si había un regustillo amargo con eso de irse de vacaciones en septiembre: la vuelta al cole.




Nuestras vacaciones tan deseadas y tan disfrutadas se veían empañadas por los anuncios en la radio, en la tele, en las revistas, en las vallas publicitarias de la operación más temida para un niño: "La vuelta al cole". Su bombardeo era constante.

Cada día de nuestras dos semanas de vacaciones no teníamos más remedio que enfrentarnos a esa cruda realidad: que pronto nos tocaría volver, que se acababa lo bueno, que las aulas nos abrirían sus puertas (que a nosotros se nos antojaban como fauces de lobos),  nada más regresar  de nuestro descanso anual.


lunes, 26 de agosto de 2013

La sencillez hasta en el sentido del humor

Ser madre me ha ayudado a descubrir muchas cosas. Y suele gustarme, qué digo, encantarme, hablar, escribir, comentar, relatar  las cosas malas, olvidándome de las buenas. Así que hoy me voy a concentrar en una de las cosas buenas que descubrí con la maternidad: la sencillez.

La sencillez en los planes: el éxito de los planes sencillos. Divertidos, fáciles de preparar
La sencillez de los juegos. Si los complicamos, más  de uno se desespera.
La sencillez de las explicaciones. Ser madre es como ser un diccionario ambulante. Chungo.
La sencillez de los sentimientos ajenos. Intentamos darle vueltas a las situaciones y amigos, el ser humano se suele mover por motivaciones muy simples: envidia, amor, odio, deseo, afinidad, amistad, mala leche....

Pero el gran descubrimiento lo hice hace muy poco, viendo Gru, mi villano favorito 2: la sencillez en el sentido del humor. ¿A qué ya no nos reímos tanto como antes? ¿A qué cada vez es más difícil que un chiste o una peli nos haga reir? ¡Y les pasa hasta a los niños!
Hay una escena en Gru, que tiene una bromita de lo más sencilla. Uno de los personajes se presenta como el "Director Douglas Maculo" (no sé si se escribirá MacCulo). Nombre que hace que los minions se partan de risa: "culo, jajaja, ha dicho culo" y con los minions, se ríe todo el cine, hasta los padres.
Mi hijo se sabe la escena de memoria y nos la ha interpretado cada día de este verano hasta la saciedad. Y sigue haciéndonos reir. En el campamento de verano, entre deporte y deporte, se turnaban entre los niños asistentes para hacer la "escena maculo". Un exitazo, señores, y lo único que han hecho es poner "culo" en el apellido de un tipo. Simplemente, eso: simple y genial.

Esto me ha hecho reflexionar, que si bien, complicarnos la existencia, elaborar planes salvajes, proyectos osados, es la sal de la vida, no debemos olvidarnos de seguir disfrutando y dejar de despreciar esas cosillas sencillas.


lunes, 19 de agosto de 2013

Flashback: De cuando trabajé en Disney

Cuando tenía 21 años hice la maleta y comencé mi vida de adulta.
Me independicé.
Me fui a trabajar a Disneyland Paris, lo que fue una grandiosa experiencia en mi vida...y desde allí seguí viajando hasta volver a España casi 10 años depués. Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

Hoy me acordé de cuando estuve en Disneyland Paris y me pregunté como habría cambiado el restaurante en el que trabajé en el 95: Fuente del Oro. He hecho una búsqueda en Google (como no se me ocurriría antes)...y está exactamente igual.

Imagen del blog de Willy Disneyland Paris, espero que no le importe


Pues que no ha cambiado nada...de ese mismo patio una vez tuve que limpiar un vómito de un niño alemán que se había montado en el Big Thunder Mountain y luego se zampó unas fajitas...Detrás de esas papeleras mi amiga Elena y yo nos hemos escondido para dar una caladilla secreta a un pitillo...y ¡cómo me he reído en las cocinas y backstage de este restaurante!

Este es mi flashback de hoy. Para mí significa mucho, porque fue el inicio de mis mejores años, de la persona que ahora soy.


lunes, 12 de agosto de 2013

Anécdotas propias y ajenas que no me han dejado indiferente

La vida de uno se construye también a base de anécdotas tanto propias como ajenas, que nos acompañan y al recordarlas nos sacan de nuevo la sonrisa o la carcajada.

Tenía yo 18 años y estaba de vacaciones en la playa. Mientras me bañaba en el mar con mi tía Loli, mujer discreta y que no suelta un taco, me dice inesperadamente que los hijos son de las madres y no de los padres, porque total "ellos qué han puesto, un escupitinajo y nada más". Esa descripción tan gráfica, escueta y acertada del esperma y lo que es más, viniendo de mi tía me dejó entre la risa y estupor. Estupor del que aún no he logrado salir.

Juanri es un amigo, íntimo de los hijos de mi tía Loli. Un día se fue con unos amigos a un restaurante argentino y se atragantó con un trozo de filete. El chico casi se queda en el sitio. Y una y otra vez nos ha contado lo mal que lo pasó, con el trozo de carne atragantado y que no subía ni bajaba. Nos lo contaba  acompañando la historia de unos ruidos guturales, y gestos de estrangulamiento desternillantes. Esos ruidos fue lo que al parecer logró que el filete saliera para afuera . Es una historia que Juanri siempre ha contado  tan bien, que me ha marcado. De hecho, he escrito ya tres relatos sobre una persona que se atraganta comiendo carne argentina. Uno lo hice en inglés cuando estudiaba para el Proficiency, otro para mi curso de Escritura Creativa y el último para un magazine literario. Los tres tienen en común que el protagonista no vive para contarlo y se muere sentado a la mesa del restaurante. Creo que aún me esperan más relatos de esa temática, como este post, por ejemplo.

Mis dos hermanas mayores,cuando eran pequeñas (que frase más mala), se pusieron a jugar a los 3 Mosqueteros con los tenedores. Con tan buena suerte que  Bego, la mayor le clavó el cuchillo en la frente, a Olga, la segunda. Me gusta esa anécdota porque cuando la cuenta Bego, se trataba de un tenedor de puntas  romas y Olga lloró por ñoñería. Cuando la cuenta Olga, se trata de un tenedor puntiagudo que le dejó marca en la frente durante días y casi se queda sin cerebro. Yo me quedo con la versión de Olga, que tiene más miga.

Mi hermana Olga, ya no tan pequeña, en pleno agosto y en casa, tuvo la idea de refrescarse con el congelador. Abrió la puerta, metió la cabeza dentro y pegó la lengua en el hielo....con tan buena suerte que no lo lograba despegarla. Por su cabeza debieron pasar imágenes terroríficas, porque cuando al fin logró sacar la lengua de allí, usando toda su la fuerza, un trozito pequeño de carne de la lengua, según ella, se quedó pegada en el congelador.

Una vez, viviendo en Bruselas, abrí el buzón, metí la mano dentro para coger las cartas y me topé con un preservativo usado. La sensación de asco me persiguió semanas.

Pero mis mejors anécdotas personales siempre tienen como decorado un váter público.

Estando embarazadísima me dio un apretón en un Starbucks. Al terminar la faena, me di cuenta de que no había papel y tuve que llamar a mi marido por el móvil para que me lo consiguiera. Tardó bastante, ya que el empleado de turno, al que acudió en vez de traerme un paquete de clínex, no podía encontrar los rollos de papel. Y había cola para entrar. Y todos me miraban. Aún siento sus miradas.

Otra vez, estando de cañas con unos amigos, me fui al baño a hacer pis. Y la puerta se atrancó, y no podía salir. Qué angustia. Menos mal que llevaba también el móvil y llamé a mi marido. Cuando por fin desde fuera lograron abrir la puerta, me encuentro allí a mis amigos, mi hermana, mi marido y tres camareros. Uno de ellos diciendo que como habría cerrado yo la puerta para atrancarla así. Claro.Fui yo.

Y por último una de baño en un entorno profesional.  Fui a Milán a dar una conferencia a una cadena hotelera. Una vez terminada la conferencia y antes de irnos a comer todos juntos, me fui a hacer pis. De nuevo la puerta del baño se atrancó y yo sin el móvil. Empujando, gritando "aiuto, auito". Cinco angustiosos minutos después aparece una tal Valentina, que al ver que yo tardaba tanto en salir, tomó la iniciativa de venir  a buscarme...Che vergogna!! Con lo bien que me había salido la conferencia y se tiene que enterar todo el mundo de mi encierro en un cubículo de vater. Porque fuera del baño me estaban esperando los treintaytantos asistentes.




jueves, 8 de agosto de 2013

La vida de Monsieur Baudouin

Llevo un año y medio con un relato corto, que se atasca, evoluciona, y se vuelve a atascar. Es sobre un físico que viajó, estudió y descubrió, que es mayor y que  trata de comprender este mundo descubriéndonos el suyo. Es sobre Monsieur Baudouin. Nace de las ganas de escribir un relato que exigiera documentación y que se desarrollara parcialmente en una ciudad que me asombró, Sidney. Pero Monsieur Baudouin se me resiste.
Tal vez necesite que os lo presente, y tal vez se anime a desvelarme todo lo que aún no me ha contado o me decida a abandonarlo por fin. O que me abandone él.
Voy a compartir un trozo muy corto:

En esta parte, Monsieur Baudouin está siendo entrevistado por un joven universitario que ha cometido el error de confundir un meteoro con un meteorito, lo que ha conseguido cabrear, y mucho, a nuestro viejo gruñón:

- ¡No es lo mismo un meteoro que un meteorito! Un meteoro se consume en la atmósfera y un meteorito consigue impactar en la Tierra. No se preocupe sólo de su disciplina, joven,y aprenda también de otras. ¿Qué prefiere ser un meteoro que no deja rastro o un meteorito que permanece y puede llegar a ser estudiado?

No lo puedo evitar, la juventud de hoy en día logra sacarme de mis casillas.Yan me dice que a los hombres de ciencia ahora se les llama frikkies y están de moda. No logro entender como un hombre de ciencias puede  ser considerado una moda. Algo de la tele, me intenta explicar. Pero no le escucho...mi mente divaga por Sidney y su olor a mar. Yan, que pasa largos periodos allí, me dice que durante el verano los hombres ya no usan traje y corbata, que van en pantalones de flores y chanclas a trabajar. Y que las parejas mixtas son algo normal. Selina y yo, no llamaríamos la atención ahora. Pero Selina ya no está, (...)

************************************************************************************

Creo que me voy a divorciar (de este relato, digo)

domingo, 4 de agosto de 2013

Sorteo de 4 libros....



Sorteamos 4 libros en el Buscalibros, dos en Twitter (El nombre del viento y El guardián entre el centeno) y otros dos en Facebook (Sexo en Nueva York y La flaqueza del bolchevique).

Para participar sólo hay que hacer una foto con El buscalibros Magazine descargado (en tu ebook, en tu tableta, en tu móvil o en tu PC, aparezcas tú o no en ella) a Facebook y/o a Twitter (pudiendo hacerlo en ambas redes, incluso) hasta el día 5 de septiembre.

Aquí está toda la info:
http://www.el-buscalibros.com/2013/08/sorteamos-4-libros.html

Facebook: https://www.facebook.com/ElBuscalibros/
Twitter: https://twitter.com/elbuscalibros

Os lo agradezco un montón, porque hemos puesto mucho esfuerzo y me encantaría que os leyerais el magazine y participarais.¡Animaros y me sacareis una gran sonrisa!

Gracias amigos


viernes, 2 de agosto de 2013

Flash Back: Un grupo, una canción - ¡Qué tiempos aquellos!

Hace un par de semanas me preguntan que nombre una canción que haya sido importante en mi vida. Entonces me doy cuenta otra vez que estoy atascada en los 90 en cuanto a música se refiere. Así que sin vergüenza alguna, indico mi canción, no de los 90 sino de los 80.

Y mi canción fue esta: We are not gonna take it  de los míticos Twisted Sister.

Para mí es un canto contra el conformismo que en  la adolescencia me fascinaba. Aquí va el vídeo.


Y si lo pongo ahora me sigue gustando, me entran ganas de correr por la casa. No de bailar, de correr y no de cantar, de gritar.

Y las pintas, los maquillajes... es que son espectaculares, mirar el pelazo de Dee Snider y la pintilla de duros del resto del grupo.

What do you wanna do in your life?
I WANNA ROCK!!!!!

jueves, 1 de agosto de 2013

Hoy es el gran día

¿Sabeis cuándo trabajais con ilusión para algo y por fin llega el día en que lo ves acabado?
Pues amigos, ese día es hoy.
Sé que soy algo pesada a veces con el tema de El Buscalibros, pero me resulta fascinante: Somos 10 personas que no nos conocemos entre sí, que vivimos en ciudades diferentes, que nos ha juntado el más joven del grupo, y que nos comunicamos por wassap.
Y hemos logrado tener un blog, un grupo de 470 seguidores en FB, de unos 200 en Twitter y encima...hoy ¡lanzamos nuestro primer suplemento literario!

Os lo podeis descargar desde este enlace. Si teneis dudas, podeis ver el vídeo que puse en la entrada anterior..y disfrutadlo. Los contenidos son nuestros, el diseño también, y es que hay mucho talento en el grupo.

Gracias por descargaros algo que los 10 miembros de el equipo hemos hecho con mucho amor.

¿Qué no te has enterado?
Que te lo descargues aquí :

http://www.el-buscalibros.com/2013/07/como-descargar-el-buscalibros-magazine.html