miércoles, 3 de octubre de 2012

Flashback: Aquella noche que me pasé casi en vela ...

Hace un par de años viví una situación que me hizo sentir como una víctima de cámara oculta pero sin cámara. ¿Os acordais de la peli de Manuel Summers "To el mudo e güeno"? ¿Esa en la que se demostraba que la gente, aún en la situación más absurda está dispuesta a ayudar?

Pues en una tesitura de esas me encontré yo una noche trabajando, apunto de cerrar de una vez mi portátil.
Antes os comento que yo ahora soy de skype, pero en aquella época era de messenger y por algún error identificativo llevaba un tiempo conectada a un tipo francés que tomé en un principio por un colega de otra oficina y con el que de vez en cuando nos preguntábamos cosas de traducciones.

Retomando el hilo de la historia, cuando iba a desconectarme del cyberespacio me contacta este tipo y me pregunta qué tal y nos ponemos a chatear. "Pues aquí trabajando de noche". "Pues aquí ayudando a una amiga". "Pues que majo". "Pues tú eres española, ¿no?"....y unos minutos después me veo aceptando prestar ayuda no a este tipo, sino a su amiga, a la que me conecta en una conversación de 3 y que me cuenta que está desesperada. Que al día siguiente presenta su proyecto fin de estudios en español tras haber hecho unas prácticas en una empresa española y que no tiene quién le verifique que el texto está bien escrito.

Y yo, que a veces de buena parezco imbécil, es aceptar y arrepentirme casi de forma simultánea al abrir el documento y enfrentarme a un tostón intragable de 50 páginas describiendo un trabajo de asistente comercial (trabajo que yo hice durante un año cuando aún se pagaba en pesetas)

La madrugada me sorprendió con nocturnidad, alevosía y un aburrimiento mortal corrigiendo el trabajo a una perfecta desconocida, intentando que quedara bien y a la vez con algún error para que no creyeran que lo había escrito otro y luchando con palabras que no sé de donde se había sacado esta mujer y que como no eran de ningún idioma, pues no entendía y "adapté".

Conclusión: Bueno, pues una es buena gente y se acuerda de otras veces en las que una mano desconocida ha llegado a sacarle del arroyo,...como aquella vez en Londres que iba llorando en el metro de depresión absoluta y una desconocida vino a consolarme, o aquella vez que un conductor de autobús no me dejaba subir porque no tenía cambio para el billete con el que yo quería pagar y un generoso desconocido me pagó el viaje o la vez que en la cola de Faunia una señora me dio un ticket de descuento que me ahorró un pastón, o una vez también en Londres que en la cola del cine una mujer española me regaló una entrada que le sobraba. Lo que no me moló es que me dormí a las 3 de la mañana y al día siguiente estaba destrozada. Y la chica se portó. Aprobó su proyecto y me escribió para comunicármelo y darme otra vez las gracias. Lo mínimo, direis, pues no, hay gente que ni eso....

9 comentarios :

  1. Yo creo que al final esas cosas te acaban volviendo, quiero decir, que si tú haces cosas buenas por otros, otros las acaban haciendo por tí. Lo bueno llama a lo bueno, lo malo a más malo, y dinero a dinero (esto último no viene a cuento, pero es una verdad como un templo!),
    Así que sigue con tus buenas acciones!
    Besos

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    1. Hola Matt, eso dicen, ¿no? Y además como buena ex Scout no debo irme a la cama sin hacer al menos una buena acción al día.

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  2. Pues sí, hay gente que ni eso pero la verdad es que uno se siente muy bien ayudando a los demás. Yo prefiero pecar de tonta antes que de mala, qué quieres que te diga... Y ya ves la de gente que te ha ayudado desinteresadamente. Eso es el karma. Un besote, guapa!!!

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    1. Yo he llegado a incluir a un tío en un proceso de selección del que ya estaba excluido y... Consiguió el curro y ni las gracias, oye

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  3. Piensa en el Karma, que al menos consuela. Pero oye, me parece genial que seas de ese tipo de gente, estoy segura de que la susodicha todavía se acuerda de ti. Besos!

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  4. En el momento es verdad que uno piensa que es tonto, pero luego te queda ese rinconcito de satisfaccion, un poquito de sentirte bien, en cambio si no lo haces, seguro que lo recuerdas mas de una vez y piensas, porque no le hechaste una mano, con lo poco que te habria costado,(aunque no fuese tan poco) merece la pena.

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  5. Eres buena buena, de verdad.
    Cierto es que si no lo haces luego estás como una tonta pensando en que te hubiera gustado que te lo hicieran a tí.
    Los remordimientos que se llaman... :D
    Besazo

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