He hecho un descanso de blog. No es porque haya querido, es que simplemente me he dejado llevar por la tentación. Por la tentación de la música.
Casi no he comentado ni leído mis blogs amigos. Y no lo he echado de menos. No es porque haya querido, es que simplemente me he dejado llevar por la tentación. Por la tentación de la música.
Tras un tiempo alejada de la música y de la entrañable sensación de escucharla de verdad, cada palabra, cada acorde, de vivir las letras, la música, los videos, me he dado el gustazo de atiborrarme y emborracharme de ella.
Me he dejado atrapar por ese dolce far niente de tumbarme en la cama y escuchar en bucle una canción hasta comprender, que tengo que dejarla ya, porque no me voy a cansar de ella. Y pasarle el bucle a otra.
Pero sigo siguiéndoos. El primer paso, este post.
Perdón, no quise hacerlo. Pero lo hice. No es porque haya querido, es que simplemente me he dejado llevar por la tentación. Por la tentación de la música.
Pedir perdón por escuchar música es un sacrilego, lo sepas.
ResponderEliminarBesazo
Si tu lo dices, quiere decir que es un sacrilegio. Soy sacrílega
EliminarSi ha sido por escuchar música y sentirla de verdad, se te perdona, aunque se te ha echado de menos :)
ResponderEliminarPues me voy desquitando, ¡hombre!
Eliminares que la música.... si es buena, embelesa ,te transporta, te hace bailar , olvidar y reencontrar !! oleee olee y olee por la música!
ResponderEliminarTú lo sabes bien...
EliminarEsa es una tentación de las buenas. No hay por qué disculparse... Un besote!!!
ResponderEliminarMe dejé llevar por la tentación, cual adolescente.
EliminarEs un motivo más que perdonable!
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