Escribo mucho sobre la problemática y las ventajas del trabajador desde casa. Probablemente sea porque trabajo desde casa.
El trabajador en modo tele-working mira hacia la llegada de la Navidad con una mezcla de terror e ilusión sabiendo que entre col y col le meterán lechuga y que recibirá una de cal y otra de arena. Me explico.
El Terror
No has cogido vacaciones, porque al fin y al cabo hay un número limitado de días libres al año y en algunos casos, como es el mío, tomárselos en Navidad, es un desperdicio.
Así que trabajas, desde tu casa, mientras tus hijos tienen vacaciones, desde tu casa. Tu pareja, por otro lado, tiene algunos días libres pero como tú estás en casa, pues aprovecha para hacer cosas que en otro momento no podría hacer, como hacer un curso en plan jornada intensiva. Así que ya te estás imaginando, trabajando en el salón mientras a tu alrededor tus retoños juegan, se pelean, pintan y hacen mantelitos de papel hasta que les tienes que enchufar a la tele para poder terminar tu trabajo de una vez. Aún así, hay que ser positivo. Este es el momento ideal para que los niños pasen un par de días en casa de la Abuela y se conozcan aún más, si es que eso es posible, al menos para que puedas asistir a la reunión mensual de la empresa con cierta dignidad. Digo.
La Ilusión
La Navidad...no nos engañemos. Lo que más mola de la Navidad son los regalos y la decoración..y la Cabalgata de Reyes, aunque este año en Madrid han suprimido casi todas las de los barrios por falta de presupuesto. Y a los niños, que cuentan los días con los dedos de sus manos,
lo que cuentan son los días que quedan para poder ver algún regalo envuelto en papel brillante debajo del árbol. Y es que de verdad, la cena familiar, el amor, la unidad...es muy bonito todo, pero a parte de los langostinos carnosillos, poca gracia tiene sentarse en una mesa rodeada de cuñados con cara de haba. Y señores, diciendo esto me pringo porque mis tres hermanas se leen mi blog y una de ellas, Olga, hasta comenta. Y es que caras de haba, las hay. También hay quién hace un comentario desacertado sobre temas escatológicos que molestan a los demás (esa soy yo) y una además no puede ni refugiarse en la técnica de voy a descargarme por lo bajines con mi pareja hablando en francés que así no me entienden...no...porque mi cuñao es francés y me entiende y mi hermana que es su mujer también y mis hijos ahora también y el mayor lo larga todo. Así que cuñaosss esta Navidad al que ponga cara de haba le meteré mano bajo la mesa. Y a lo que iba: que la ilusión de Navidad es vivirla como la viven mis hijos, con esos nervios por la noche antes de que vengan los Reyes o Papá Noel (que se reparten los regalos), con miedo a no dormirse y que no vengan, con ganas de vislumbrar sus capas por la noche y con miedo a que entren a su habitación mientras duermen.....Y es que imaginaros, unos señores que no has visto en tu vida van a entrar en tu casa a dejar unos regalos en tu zapato. Fantástico, tremendo...
Así que entre emails, reuniones, planificaciones y programaciones, vigilaré que mis hijos no se maten entre ellos y llevaremos algunos proyectos a cabo.
Proyectos:
Hugo tiene que aprender a medir con la regla
Olga tiene que aprender a hacer series de gomets
Tenemos que hacer un brownie a la tía Olga
Yo quiero otro brownie
Imprimir fotos familiares para el árbol genealógico del cole de Hugo
y divertirse!!