Hoy quiero escribir sobre una cabrona que me acecha y que cuando me ve débil, me ataca y se apodera de mí: la distracción.
Soy géminis y eso me permite vivir varias personalidades de forma paralela. Ser géminis no es convivir con un gemelo. Es convivir con una familia numerosa de gemelos dentro de ti. Soy incapaz de hacer afirmaciones categóricas del estilo: "nunca haría eso", "ni muerta reaccionaría así", "yo no me pongo así". Soy la primera en sorprenderme lo poco que me ofenden a veces las grandes afrentas y lo mucho que me ofenden a veces las pequeñas tonterías. Y viceversa. No sé ni yo como voy a reaccionar. He hecho cosas que jamás pensé que haría, y puedo pasar de la estruendosa alegría a la tristeza más angustiosa en cuestión de minutos.
Y eso es lo que me pasa con la cabrona de la distracción. Que yo que soy una persona que presume de organizada y de concentrarse en el trabajo, de vez en cuando se deja invadir por ella.
Y llevo dos semanas así.
Señores, que esto ya es un horror. Que necesito ser la yo trabajadora impecable otra vez....
Y es que todo me pierde. Una buena conversación, archivar mi mail, mirar un informe....cualquier cosa antes de atacar las tareas pendientes súper importantes. Y miro el reloj y digo: ahora otra canción sólo, solo una. Y digo, tengo que lavarme los dientes otra vez. Y digo otro vaso de agua. Y luego otro. Y luego con dos vasos de agua, tres veces al baño.
Y os cuento ahora por qué estoy escribiendo esto. Porque tengo que hacer unos informes para ayer y me he dicho. Géminis, venga, una entradita en el blog y ya te pones.
martes, 4 de diciembre de 2018
martes, 28 de agosto de 2018
¿Dónde has estado de vacaciones?
Hola, ¿dónde has estado de vacaciones?
Estoy oyendo esta frase continuamente, y lo que es peor, también la digo yo.
Para todo aquel que quiera preguntarme en qué fabuloso destino he puesto los pies este verano, donde me he gastado los ahorros del año y donde me he hartado de cervezas, sol, diversión o cultura, lo que sea....no os emocioneis. Me he quedado en casa. No he tenido vacaciones. Ni me he ido, ni he tenido apenas días libres.
Dicen que las tres situaciones más estresantes de la vida de un ser humano son: la muerte de un familiar cercano, el cambio de trabajo y una mudanza.
Espero que no se me vuelva a morir un familiar cercano en mucho tiempo, y como mi jefa soy yo, por el momento no me voy a despedir. Pero me he mudado.
He tenido una vida un poco más nómada de la habitual.Yo me he mudado más de 15 veces en mi vida. He vivido en 4 países diferentes. Desde que volví a Madrid en el 2004, me he mudado 5 veces. Y esta vez ha sido, con diferencia, la más dura.
Te das cuenta de todo lo material innecesario que has acumulado a lo largo de los años. Y sobre todo, como es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, te das cuenta de todo lo que han acumulado los que viven contigo. He dado, donado, regalado y reciclado un porcentaje considerable de mis posesiones. Llevo años sin acumular. Pero aún así....lo que había ahí dentro...
Y como esta vez la casa es mía, espero no tener que mudarme en mucho tiempo. Mi hijo mayor, me ha asegurado que cuando me haga mayor me va a meter en una residencia. Así que espero que esa sea mi próxima mudanza, y la veo bastante lejana. Sobre todo porque las expectativas de jubilación para la gente de mi edad son muy amplias. Como que vamos a estar currando hasta los 70 años.
Estoy oyendo esta frase continuamente, y lo que es peor, también la digo yo.
Para todo aquel que quiera preguntarme en qué fabuloso destino he puesto los pies este verano, donde me he gastado los ahorros del año y donde me he hartado de cervezas, sol, diversión o cultura, lo que sea....no os emocioneis. Me he quedado en casa. No he tenido vacaciones. Ni me he ido, ni he tenido apenas días libres.
Dicen que las tres situaciones más estresantes de la vida de un ser humano son: la muerte de un familiar cercano, el cambio de trabajo y una mudanza.
Espero que no se me vuelva a morir un familiar cercano en mucho tiempo, y como mi jefa soy yo, por el momento no me voy a despedir. Pero me he mudado.
He tenido una vida un poco más nómada de la habitual.Yo me he mudado más de 15 veces en mi vida. He vivido en 4 países diferentes. Desde que volví a Madrid en el 2004, me he mudado 5 veces. Y esta vez ha sido, con diferencia, la más dura.
Te das cuenta de todo lo material innecesario que has acumulado a lo largo de los años. Y sobre todo, como es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, te das cuenta de todo lo que han acumulado los que viven contigo. He dado, donado, regalado y reciclado un porcentaje considerable de mis posesiones. Llevo años sin acumular. Pero aún así....lo que había ahí dentro...
Y como esta vez la casa es mía, espero no tener que mudarme en mucho tiempo. Mi hijo mayor, me ha asegurado que cuando me haga mayor me va a meter en una residencia. Así que espero que esa sea mi próxima mudanza, y la veo bastante lejana. Sobre todo porque las expectativas de jubilación para la gente de mi edad son muy amplias. Como que vamos a estar currando hasta los 70 años.
lunes, 23 de enero de 2017
Mi mamá
Hay veces que la memoria se vuelve selectiva y sólo recuerda lo que quiere.
Y hay veces también, que sólo queremos recordar y rememorar ciertos momentos.
Yo hoy recuerdo egoistamente sólo los momentos en los que fui buena con mi madre. Momentos de ella y míos compartidos.
Recuerdo una vez que se encontró en un cajón un escrito, que yo había hecho años antes y nunca le había enseñado. En él decía cosas bonitas sobre ella, y cuando un día, haciendo limpieza se lo encontró por sorpresa, lloró de la emoción.
Recuerdo cuando le dije que le iba a llevar a conocer Luxemburgo, cuando en realidad le había planeado un viaje a Roma por sorpresa. Al verse en el checkin del aeropuerto, también se emocionó hasta las lágrimas.
Recuerdo cuando le dije que iba a tener a mi primer hijo, su primer nieto.
Recuerdo cuando la hemos llevado a comer albóndigas a Ikea, cuando mi hija le llenaba el pelo de horquillas de lacitos y flores o cuando mi hijo le escribió una carta como redacción del cole.
También recuerdo el día de esta foto. Fue este mes agosto, y ella nos dejó en diciembre. Estábamos las dos solas en Madrid y fui a buscarla para salir a cenar juntas. Me dijo que no quería quedarse por el barrio y que quería ir a la Casa de Campo. Cenamos ensaladilla rusa y chipirones en un kiosko cerca de el Lago. De camino al coche, andando muy despacito, porque ya le costaba respirar, fuimos identificando el perfil de Madrid: La Catedral, el Palacio Real. Fuimos recordando los kioskos que había al lado del metro y ya no estaban. Mi antigua escuela que ahora está en la universidad, y lo guarros que eran los kioskos hace unos años.
Guardo ese recuerdo, porque sería el penúltimo momento en el que estuvimos solas las dos, sin mis hijos, sin otras personas. El último momento juntas ya sería en el hospital, cuando entró en coma.
Recuerdo estos momentos, de forma egoísta, en los que yo me porté bien. Porque mamá, tú siempre fuiste buena conmigo.
Y hay veces también, que sólo queremos recordar y rememorar ciertos momentos.
Yo hoy recuerdo egoistamente sólo los momentos en los que fui buena con mi madre. Momentos de ella y míos compartidos.
Recuerdo una vez que se encontró en un cajón un escrito, que yo había hecho años antes y nunca le había enseñado. En él decía cosas bonitas sobre ella, y cuando un día, haciendo limpieza se lo encontró por sorpresa, lloró de la emoción.
Recuerdo cuando le dije que le iba a llevar a conocer Luxemburgo, cuando en realidad le había planeado un viaje a Roma por sorpresa. Al verse en el checkin del aeropuerto, también se emocionó hasta las lágrimas.
Recuerdo cuando le dije que iba a tener a mi primer hijo, su primer nieto.
Recuerdo cuando la hemos llevado a comer albóndigas a Ikea, cuando mi hija le llenaba el pelo de horquillas de lacitos y flores o cuando mi hijo le escribió una carta como redacción del cole.
También recuerdo el día de esta foto. Fue este mes agosto, y ella nos dejó en diciembre. Estábamos las dos solas en Madrid y fui a buscarla para salir a cenar juntas. Me dijo que no quería quedarse por el barrio y que quería ir a la Casa de Campo. Cenamos ensaladilla rusa y chipirones en un kiosko cerca de el Lago. De camino al coche, andando muy despacito, porque ya le costaba respirar, fuimos identificando el perfil de Madrid: La Catedral, el Palacio Real. Fuimos recordando los kioskos que había al lado del metro y ya no estaban. Mi antigua escuela que ahora está en la universidad, y lo guarros que eran los kioskos hace unos años.
Guardo ese recuerdo, porque sería el penúltimo momento en el que estuvimos solas las dos, sin mis hijos, sin otras personas. El último momento juntas ya sería en el hospital, cuando entró en coma.
Recuerdo estos momentos, de forma egoísta, en los que yo me porté bien. Porque mamá, tú siempre fuiste buena conmigo.
martes, 4 de octubre de 2016
Quiero volver....
Tuve que interrumpir la actividad bloguera porque durante un año he vuelto a ser universitaria para sacarme la Adaptación al Grado de Turismo. Añado que ¡meta conseguida! Me he graduado con un notable, ¡toma ya! Además de a la actividad blogger, renuncié a otros pequeños placeres, como por ejemplo los domingos y la piscina.
Hoy he buscado una entrada en mi blog, en la que contestaba a unas preguntas por un premio bloguero que recibí hace tres años.
Leyendo la entrada y los comentarios tuve un momento flash back precioso y triste a la vez. Se llama nostalgia.
Me acordé de cuando he quedado con Dolega para tomar café, de cuando vino Paula de Chile y nos vimos con Alter Ego, Dolega y Matt.
También me acordé de cuando fui a Monzón y desvirtualicé a Ojizarka.
De cuando fui a ver a Juan Carlos y Alicia, padres de Trillizos más 2 en su aventura alicantina, que fue muy especial.
También me acuerdo de cuando me equivoqué y en vez de llamar a mi primo llamé a David Neo y así nos conocimos por teléfono.
Gracias al blog conocí a la que es ahora una de mis mejores amigas, Bárbara de @blogdelcaos, con la que coincidí en un evento blogger y luego en la piscina de nuestros hijos. Ahora mientras nuestros hijos nadan, nosotras hacemos ganchillo. Ella es la profesora.
También conocí a Jeza Bel, con sus fotos profesionales y sus tartas de pañales.
He hablado por teléfono con Drew.
Y me maté de risa en una cena con la Porfin y Matt, en la que tuvimos que arriesgar nuestras vidas cruzando autopistas para llegar a un restaurante indio.
He hecho una sólida amistad con Paula y su familia. La distancia no importa cuando la amistad existe y hay medios digitales para mantenerla.
Por eso y por todos los que comentabais, todos los blogs que leía y a los que estaba enganchada. Por todo ello, me doy cuenta de que quiero volver.
miércoles, 4 de mayo de 2016
La recta final
Amiguitos
Ando muy desaparecida con el blog desde hace meses, y hay una explicación.
Este curso además del trabajo, ser madre y hacer cenas, me he apuntado a la Universidad. A la Universidad de Salamanca nada menos, que da más caché.
Hace un par de décadas estudié turismo, industria en la que he trabajado más de 15 años y que por lo tanto, me apasiona. Este año, influida por mis amigos Xulio Valle y Gema Martín, me he animado a hacer el Grado de Turismo. Se trata de un curso de un año, un total de 10 asignaturas, un montón de trabajos, algunos exámenes y mucho tiempo empleado.
Aún no he terminado pero ha sido mucho ya lo conseguido. Embarcarme en un proyecto común con Gema, una amiga de hace mucho tiempo, superar retos con los que pensé no podría en tan poco tiempo y de paso, dar un buen ejemplo a mis hijos.
Estoy en la recta final, ya solo me queda una asignatura...y el trabajo de fin de grado.
Esto significa que el curso que viene podré volver a retomar mis domingos, mi natación y mi vida de bloguera
¡Os tendré al tanto!!
Ando muy desaparecida con el blog desde hace meses, y hay una explicación.
Este curso además del trabajo, ser madre y hacer cenas, me he apuntado a la Universidad. A la Universidad de Salamanca nada menos, que da más caché.
Hace un par de décadas estudié turismo, industria en la que he trabajado más de 15 años y que por lo tanto, me apasiona. Este año, influida por mis amigos Xulio Valle y Gema Martín, me he animado a hacer el Grado de Turismo. Se trata de un curso de un año, un total de 10 asignaturas, un montón de trabajos, algunos exámenes y mucho tiempo empleado.
Aún no he terminado pero ha sido mucho ya lo conseguido. Embarcarme en un proyecto común con Gema, una amiga de hace mucho tiempo, superar retos con los que pensé no podría en tan poco tiempo y de paso, dar un buen ejemplo a mis hijos.
Estoy en la recta final, ya solo me queda una asignatura...y el trabajo de fin de grado.
Esto significa que el curso que viene podré volver a retomar mis domingos, mi natación y mi vida de bloguera
¡Os tendré al tanto!!
martes, 22 de marzo de 2016
Un día triste...
Hoy es un día muy triste y para el mundo. Otro atentado ha golpeado Europa, y esta vez a Bruselas, mi ciudad de adopción.
Poco puedo añadir al sentimiento general de miedo e impotencia que nos invade a todos en estos momentos, en los que ya no sabemos ni qué decir, porque todo suena banal y repetitivo.
Bruselas es una ciudad en la que he vivido años, y en la que tengo muchos vínculos y amistades. De nuevo las víctimas son personas que iban a trabajar o que volvían a su casas por las vacaciones de Semana Santa y todos sabemos que esto ya no es algo que pasa a los demás, sino que se trata de algo que nos puede pasar a cualquiera.
Poco puedo añadir al sentimiento general de miedo e impotencia que nos invade a todos en estos momentos, en los que ya no sabemos ni qué decir, porque todo suena banal y repetitivo.
Bruselas es una ciudad en la que he vivido años, y en la que tengo muchos vínculos y amistades. De nuevo las víctimas son personas que iban a trabajar o que volvían a su casas por las vacaciones de Semana Santa y todos sabemos que esto ya no es algo que pasa a los demás, sino que se trata de algo que nos puede pasar a cualquiera.
martes, 10 de noviembre de 2015
Cuando los vecinos te quitan la ilusión
Como muchos sabeis, trabajo desde casa. Para mí es importante mantener cierta dignidad laboral y para ello sigo ciertas normas:
Hace un par de años vinieron los vecinos de abajo a quejarse de que por las mañanas oían mis tacones (sí, sí, yo soy muy poco de zapato plano, que 1,60m no da para tanto)....porque "oye, guapa, es que no veas si se oyen tus tacones a las nueve y media de la mañana, que nosotros trabajamos en hostelería y nos acostamos muy tarde y no madrugamos". En fin, eso fue el fin de una era y el principio de otra. Me tuve que comprar unas zapatillas de estar en casa. Y sí, es verdad, tenía por costumbre llegar del cole y antes de ponerme a trabajar recoger la casa con los zapatos de la calle, fueran tacones, plataformas, sandalias o playeras. Pero después de las nueve de la mañana.
Pero el tiempo pasó y los vecinos vendieron la casa y otros la compraron y nunca la ocuparon... hasta hace poco. Y a pesar de que ahora combino mis zapatos con las pantuflas del hotel Hilton, y ya no hago la casa en tacones, me pasa que llego del cole, me pongo un café, me voy al baño y enciendo el ordenador antes de quitarme los zapatos. Y esto molesta a la vecina, que "oye, te lo digo de buen rollo, pero en la mañana, que no hay ningún otro ruido, pues se oyen".
Y yo me pregunto ¿por qué cojones siempre me tocan vecinos de abajo que trabajan en la noche y no abren la pestaña hasta medio día?
En fin, que de nuevo, me puedes ver entrando a casa de la calle, meándome viva y corriendo de PUNTILLAS hacia el cuarto de baño.
El miedo se ha vuelto a apoderar de mí.
Los vecinos me han quitado la ilusión, porque aunque me ponga la minifalda, en mis pies siempre habrá una pantufla indigna.
- Nada de trabajar en pijama
- Me arreglo, lavo y peino como si fuera a la oficina. Y casi todos los días me pinto la raya del ojo
- Muy pocas veces trabajo en chándal
- Nada de pasarme el día comiendo. Que tenga la nevera enterita para mí, no significa que la tenga que vaciar
- Nada de ver la tele
- No me echo la siesta, ni me tumbo un rato en la cama, ni me echo en el sofá
Hace un par de años vinieron los vecinos de abajo a quejarse de que por las mañanas oían mis tacones (sí, sí, yo soy muy poco de zapato plano, que 1,60m no da para tanto)....porque "oye, guapa, es que no veas si se oyen tus tacones a las nueve y media de la mañana, que nosotros trabajamos en hostelería y nos acostamos muy tarde y no madrugamos". En fin, eso fue el fin de una era y el principio de otra. Me tuve que comprar unas zapatillas de estar en casa. Y sí, es verdad, tenía por costumbre llegar del cole y antes de ponerme a trabajar recoger la casa con los zapatos de la calle, fueran tacones, plataformas, sandalias o playeras. Pero después de las nueve de la mañana.
Pero el tiempo pasó y los vecinos vendieron la casa y otros la compraron y nunca la ocuparon... hasta hace poco. Y a pesar de que ahora combino mis zapatos con las pantuflas del hotel Hilton, y ya no hago la casa en tacones, me pasa que llego del cole, me pongo un café, me voy al baño y enciendo el ordenador antes de quitarme los zapatos. Y esto molesta a la vecina, que "oye, te lo digo de buen rollo, pero en la mañana, que no hay ningún otro ruido, pues se oyen".
Y yo me pregunto ¿por qué cojones siempre me tocan vecinos de abajo que trabajan en la noche y no abren la pestaña hasta medio día?
En fin, que de nuevo, me puedes ver entrando a casa de la calle, meándome viva y corriendo de PUNTILLAS hacia el cuarto de baño.
El miedo se ha vuelto a apoderar de mí.
Los vecinos me han quitado la ilusión, porque aunque me ponga la minifalda, en mis pies siempre habrá una pantufla indigna.
viernes, 11 de septiembre de 2015
Oh, my God!
Llevo desde abril sin publicar en mi blog. Desde abril.
Llevo meses sin dejar comentarios en los blogs que leo. Bueno, al menos los leo.
El otro día me di cuenta de que echo de menos el mundo blogger. De que lo quiera o no, también soy bloguera, pero me estoy convirtiendo en una exbloguera, o lo que es peor en una bloguera jubilada. ¡Y eso sí que no!!!
Así que hoy, que tengo un día de escritora, no he dejado que me invada la pereza.
Me he puesto el Bohemio de Calamaro en bucle. Creo que llevo escuchando el mismo disco como 7 veces y ya ni me doy cuenta de lo que escucho.
He escrito dos posts para mi blog profesional, que ya me vale. El último artículo lo publiqué el 25 de mayo. Y estoy escribiendo aquí. No me lo puedo creer.
Ya ni me acordaba de la sensación de página en blanco tan grande que da "blogger".
Han pasado muchas cosas desde abril
Los niños se hacen cada vez más grandes, y yo más mayor. El verano transcurrió entre sudores, vacaciones y trabajo a trompicones. Qué bonito es la vuelta al cole. El colegio ha cambiado los horarios y estamos todos adaptándonos, sobre todo yo. El blog cumplió 5 años y yo 42. En enero tendré un sobrino. Me he apuntado a la universidad.
No sé por qué dejé de escribir. Tuve suerte, y empecé a tener más trabajo y tuve dejar el blog de lado, supongo. Lo vas postponiendo...y ya está ....
Sorry....
Llevo meses sin dejar comentarios en los blogs que leo. Bueno, al menos los leo.
El otro día me di cuenta de que echo de menos el mundo blogger. De que lo quiera o no, también soy bloguera, pero me estoy convirtiendo en una exbloguera, o lo que es peor en una bloguera jubilada. ¡Y eso sí que no!!!
Así que hoy, que tengo un día de escritora, no he dejado que me invada la pereza.
Me he puesto el Bohemio de Calamaro en bucle. Creo que llevo escuchando el mismo disco como 7 veces y ya ni me doy cuenta de lo que escucho.
He escrito dos posts para mi blog profesional, que ya me vale. El último artículo lo publiqué el 25 de mayo. Y estoy escribiendo aquí. No me lo puedo creer.
Ya ni me acordaba de la sensación de página en blanco tan grande que da "blogger".
Han pasado muchas cosas desde abril
Los niños se hacen cada vez más grandes, y yo más mayor. El verano transcurrió entre sudores, vacaciones y trabajo a trompicones. Qué bonito es la vuelta al cole. El colegio ha cambiado los horarios y estamos todos adaptándonos, sobre todo yo. El blog cumplió 5 años y yo 42. En enero tendré un sobrino. Me he apuntado a la universidad.
No sé por qué dejé de escribir. Tuve suerte, y empecé a tener más trabajo y tuve dejar el blog de lado, supongo. Lo vas postponiendo...y ya está ....
Sorry....
miércoles, 22 de abril de 2015
Inma Opina: Los bancos y su mala gestión para adaptarse a la nueva normativa: El BBVA el peor
Entiendo que hay una nueva normativa europea para los bancos que va a evitar el fraude fiscal y nos hará a todos más felices. Y comeremos perdices.
Lo que no entiendo es que el bendito BBVA, donde tengo cuenta hace muchos años, me avise el lunes 20 de abril por correo tradicional con una carta que pone URGENTE en rojo y que da un infarto nada más verla, para que presente el DNI o el NIF de mis hijos menores de 14 años y regularice sus cuentas. Y que me de un plazo de 10 días para tener esos documentos o me bloquean las cuentas. Porque obviamente, mis hijos, pues no los tienen.
Sé que es el procedimiento. Sé que no tengo opción. Sé que si te bloquean la cuenta, una vez presentes los papeles, la desbloquean. Pero no me da la gana.
He cancelado las cuentas. Me parece increíble, que aún habiendo estado físicamente dos veces en el banco para verificar que mi digitalización estaba completa, me avisen con un plazo de 10 días por correo. Cuando tienen todos mis datos y casi un año para contactarme. Y que me pidan que en un tiempo récord me ponga a hacer cola y pedir citas en un organismo oficial para hacer un documento.
Pues eso, que hay bancos que tramitaron eso ellos mismos para sus clientes menores, y el BBVA ni avise, porque pobrecitos, lo sienten mucho, pero lo están pasando fatal para contactar a todos sus clientes. Es que tienen muchos. Casi que mejor descargarles de esa insoportable carga que son los clientes. Nosotros.
Lo que no entiendo es que el bendito BBVA, donde tengo cuenta hace muchos años, me avise el lunes 20 de abril por correo tradicional con una carta que pone URGENTE en rojo y que da un infarto nada más verla, para que presente el DNI o el NIF de mis hijos menores de 14 años y regularice sus cuentas. Y que me de un plazo de 10 días para tener esos documentos o me bloquean las cuentas. Porque obviamente, mis hijos, pues no los tienen.
Sé que es el procedimiento. Sé que no tengo opción. Sé que si te bloquean la cuenta, una vez presentes los papeles, la desbloquean. Pero no me da la gana.
He cancelado las cuentas. Me parece increíble, que aún habiendo estado físicamente dos veces en el banco para verificar que mi digitalización estaba completa, me avisen con un plazo de 10 días por correo. Cuando tienen todos mis datos y casi un año para contactarme. Y que me pidan que en un tiempo récord me ponga a hacer cola y pedir citas en un organismo oficial para hacer un documento.
Pues eso, que hay bancos que tramitaron eso ellos mismos para sus clientes menores, y el BBVA ni avise, porque pobrecitos, lo sienten mucho, pero lo están pasando fatal para contactar a todos sus clientes. Es que tienen muchos. Casi que mejor descargarles de esa insoportable carga que son los clientes. Nosotros.
miércoles, 18 de marzo de 2015
Cosas que me joden 3: dejar de escribir en el blog
Pues sí, me jode, me fastidia y me estresa, llevar un mes sin poner al día el blog. Y también seguir los blogs que me gustan deprisa y corriendo, desde el móvil y sin poder comentar.
Lo siento. Siento que algunos me echeis de menos, siento que otros se olviden de mí, y con razón.
Pero es así. Hay periodos en los que no hay tiempo para nada, en los que la vida parece que nos está echando una carrera que no tiene fin.
No me malinterpreteis, me encanta cuando esto sucede, cuando hay tantos proyectos laborales y personales que no puedo encontrar un hueco para escribir, cuando todos los momentos de mi vida están llenos de cosas que me gustan. Pero os echo de menos.
Por mi trabajo no paro de escribir en la red. He lanzado el blog de SeoWebb, tengo que escribir posts para algunos de mis clientes, las redes sociales...Me sorprende la noche con temas de lo más inverosímil, como raquetas de pádel, suelo radiante, chupetes de bebés, campamentos de verano y actualizaciones de WordPress.
De tanto documentarme sobre negocios ajenos, al final voy a ser un híbrido entre la Wikipedia y el Repelente Niño Vicente.
Prometo más posts, sobre mis clientes y sus catarsis, sobre mi viaje a Malta y sobre mis progresos en el mundo del ganchillo, porque vais a flipar.
Lo siento. Siento que algunos me echeis de menos, siento que otros se olviden de mí, y con razón.
Pero es así. Hay periodos en los que no hay tiempo para nada, en los que la vida parece que nos está echando una carrera que no tiene fin.
No me malinterpreteis, me encanta cuando esto sucede, cuando hay tantos proyectos laborales y personales que no puedo encontrar un hueco para escribir, cuando todos los momentos de mi vida están llenos de cosas que me gustan. Pero os echo de menos.
Por mi trabajo no paro de escribir en la red. He lanzado el blog de SeoWebb, tengo que escribir posts para algunos de mis clientes, las redes sociales...Me sorprende la noche con temas de lo más inverosímil, como raquetas de pádel, suelo radiante, chupetes de bebés, campamentos de verano y actualizaciones de WordPress.
De tanto documentarme sobre negocios ajenos, al final voy a ser un híbrido entre la Wikipedia y el Repelente Niño Vicente.
Prometo más posts, sobre mis clientes y sus catarsis, sobre mi viaje a Malta y sobre mis progresos en el mundo del ganchillo, porque vais a flipar.
viernes, 30 de enero de 2015
Flashback: Los ochenta, cuando la moda era meter mano
El otro día, viendo "Cuéntame", salió una escena en la que a Inés le meten mano repetidas veces mientras está haciendo una prueba para ser presentadora.
Tuve un gran momento Flashback y retrocedí a mi adolescencia, en plenos años 80. En los 80, que te metieran mano por la calle, al menos en Madrid, era de lo más normal. Por desgracia. Pandillas de chiquillos te tocaban el culo y salían corriendo. Les daba igual que fueras paseando con tu madre. Ibas a la piscina del barrio y si te descuidabas, ¡rasca!, te tocaban el culo y se largaban buceando. Lo peor, por supuesto, era en el metro. Si es que allí, a las 8 de la mañana, todos apretujados, se sufrían momentos de peli de terror. Incluso pillabas al guarro de turno tocándote (normalmente el culo), le agarrabas la mano, le identificabas, le pegabas un grito y el asqueroso encima lo negaba. Lo del metro, al parecer, en la línea 1 era aún peor. Hasta tal punto, que una compañera de clase entraba a los trenes con un alfiler en la mano y pinchaba sin piedad a quién se atreviera a tocarla.
Chavalines, viejos verdes, jóvenes desvergonzados..no puedo decir nada más que esto : "era muy fuerte".
En fin, que los años han pasado y por suerte, estas prácticas de acoso han desaparecido y no se echan de menos. Es cierto que en el metro sigue habiendo salidos también en el siglo XXI, pero estos son más finos. En vez de tocarte el culo, arriman la cebolleta.
Hay quién defiende el piropo, hay quién lo odia. Pero estoy segura que en esta práctica de tocar culos y salir corriendo, estamos de acuerdo todos: mejor que no.
Tuve un gran momento Flashback y retrocedí a mi adolescencia, en plenos años 80. En los 80, que te metieran mano por la calle, al menos en Madrid, era de lo más normal. Por desgracia. Pandillas de chiquillos te tocaban el culo y salían corriendo. Les daba igual que fueras paseando con tu madre. Ibas a la piscina del barrio y si te descuidabas, ¡rasca!, te tocaban el culo y se largaban buceando. Lo peor, por supuesto, era en el metro. Si es que allí, a las 8 de la mañana, todos apretujados, se sufrían momentos de peli de terror. Incluso pillabas al guarro de turno tocándote (normalmente el culo), le agarrabas la mano, le identificabas, le pegabas un grito y el asqueroso encima lo negaba. Lo del metro, al parecer, en la línea 1 era aún peor. Hasta tal punto, que una compañera de clase entraba a los trenes con un alfiler en la mano y pinchaba sin piedad a quién se atreviera a tocarla.
Chavalines, viejos verdes, jóvenes desvergonzados..no puedo decir nada más que esto : "era muy fuerte".
En fin, que los años han pasado y por suerte, estas prácticas de acoso han desaparecido y no se echan de menos. Es cierto que en el metro sigue habiendo salidos también en el siglo XXI, pero estos son más finos. En vez de tocarte el culo, arriman la cebolleta.
Hay quién defiende el piropo, hay quién lo odia. Pero estoy segura que en esta práctica de tocar culos y salir corriendo, estamos de acuerdo todos: mejor que no.
miércoles, 7 de enero de 2015
E- Síndrome : el e-jajajaja
Hoy me ha venido al espíritu un e-síndrome nuevo: le he llamado el e-jajaja
El e-jajaja lo sufren aquellas personas que son totalmente incapaces de enviar un whatsapp, un skype o similares sin incluir un jajaja al principio o al final de cada frase. De cada frase.
Al principio uno cree que la foto de su perfil es hilarante y la revisa, luego uno se crece y piensa que tal vez tiene un sentido del humor que desconocía y que por eso el otro se ríe tanto.
Al final uno no puede evitar pensar que el infectado por el e-síndrome o es gilipollas o se piensa que escribiendo jajaja todo el rato resulta más simpático o se le va a querer más. En fin.
Así uno se ve manteniendo esta clase de e-conversaciones:
Tú: Hola
Persona infectada por el e-jajaja: hola jajaja
Tú: No te olvides que hemos quedado esta tarde, ¿vale?
Persona infectada por el e-jajaja: Sí, nos vemos, como se me iba a olvidar jajaja
Tú: Espero que no llueva, si llueve en vez de en la salida del metro nos vemos en la taquillas
Persona infectada por el e-jajaja: Espero que no llueva, jajaja, que no tengo paraguas
Tú: ¡Ni yo! Un beso
Persona infectada por el e-jajaja: sí eso, un beso, jaja
Y ya en una segunda fase, me pongo a pensar y llego a la conclusión que estos pobres infectados son los que en persona son incapaces de sonreir y tienen sentido del humor cero coma. Si hay algún psicólogo en la sala que me lo aclare.
El e-jajaja lo sufren aquellas personas que son totalmente incapaces de enviar un whatsapp, un skype o similares sin incluir un jajaja al principio o al final de cada frase. De cada frase.
Al principio uno cree que la foto de su perfil es hilarante y la revisa, luego uno se crece y piensa que tal vez tiene un sentido del humor que desconocía y que por eso el otro se ríe tanto.
Al final uno no puede evitar pensar que el infectado por el e-síndrome o es gilipollas o se piensa que escribiendo jajaja todo el rato resulta más simpático o se le va a querer más. En fin.
Así uno se ve manteniendo esta clase de e-conversaciones:
Tú: Hola
Persona infectada por el e-jajaja: hola jajaja
Tú: No te olvides que hemos quedado esta tarde, ¿vale?
Persona infectada por el e-jajaja: Sí, nos vemos, como se me iba a olvidar jajaja
Tú: Espero que no llueva, si llueve en vez de en la salida del metro nos vemos en la taquillas
Persona infectada por el e-jajaja: Espero que no llueva, jajaja, que no tengo paraguas
Tú: ¡Ni yo! Un beso
Persona infectada por el e-jajaja: sí eso, un beso, jaja
Y ya en una segunda fase, me pongo a pensar y llego a la conclusión que estos pobres infectados son los que en persona son incapaces de sonreir y tienen sentido del humor cero coma. Si hay algún psicólogo en la sala que me lo aclare.
viernes, 2 de enero de 2015
Gracias, 2014
2014, ha sido un año extraordinario.
Un año de descubrimientos, de nuevas amistades, de nuevas experiencias, de emociones fuertes y un año de crear.
También ha habido momentos difíciles, en los que ha habido que luchar y trabajar duro. También ha habido amigos que han decido hacer mutis por el foro y dejar un hueco que francamente, ya alguien se ocupará de llenar.
El 2013 terminó con mi madre recién salida del hospital y la familia muy preocupada. El 2014 terminó con mi madre recuperada, feliz y cocinando la cena de Nochevieja para sus 4 hijas, sus yernos y 5 nietos.
El año 2013 terminó con la entrada para un concierto en primavera metida en el cajón y así, con la entrada para otro concierto prometedor, termina el 2014.
El año 2014 me trajo momentos imborrables, divertidos y muchas nuevas experiencias.
Aquí están algunos de esos momentos en fotos. Y muchos muchos, que me he dejado en el tintero o que no se pueden fotografiar...ni contar.
- Reencuentro en Fuerteventura con mi primo Paco tras 6 años sin vernos
- Vicky y yo fundamos SeoWebb
- Voy con Nuria al concierto de Andrés Calamaro en la Riviera, tras 6 meses de espera.
- Termino el máster de SEO y SEM en KSchool, ¡me graduo! El máster, además de perspectivas laborales me trajo nuevos amigos, y ellos me han regalado muchas cosas: un entusiasmo, una frescura y una amistad que ha significado mucho para mí.
-Mis hijos son una continua fábrica de recuerdos, y no todos buenos. Este verano hicimos un viaje por Francia divertido, variado, gastronómico, cultural y lo disfrutamos los 4
- En septiembre tuvimos un momento "vuelta al instituto". Fuimos Nuria, mi hermana Olga, mi cuñado Juan y mi amiga Julie al concierto de Rosendo, donde vivimos una de las noches más divertidas del año. Recordamos la música de nuestra adolescencia y otras cosas más que no se pueden contar en un blog.
- Y cuando pensé que ya no tenía tiempo ni para rascarme la barriga, mi amiga Bárbara se empeña en enseñarnos ganchillo mientras nuestros hijos dan clase de natación. Sandra, lo logra en un par de clases, yo como en 8, pero aquí está mi primera obra de arte.
- Regalos musicales de mi marido el día de mi santo.
No hablo mucho de él, pero no es muy 2.0 y hay que respetarlo
Hubo muchos más momentos
En octubre vivimos en Alicante unas minivacaciones que nos trajeron un verano otoñal, en mayo vinieron nuestros amigos chilenos, Paula y family, que nos trajeron una nueva y optimista forma de ver las cosas, el terreno laboral ha sido fructífero y con baches y curvas que me han tenido muy entretenida.
Y 2015, os lo digo ya, promete.
Un año de descubrimientos, de nuevas amistades, de nuevas experiencias, de emociones fuertes y un año de crear.
También ha habido momentos difíciles, en los que ha habido que luchar y trabajar duro. También ha habido amigos que han decido hacer mutis por el foro y dejar un hueco que francamente, ya alguien se ocupará de llenar.
El 2013 terminó con mi madre recién salida del hospital y la familia muy preocupada. El 2014 terminó con mi madre recuperada, feliz y cocinando la cena de Nochevieja para sus 4 hijas, sus yernos y 5 nietos.
El año 2013 terminó con la entrada para un concierto en primavera metida en el cajón y así, con la entrada para otro concierto prometedor, termina el 2014.
El año 2014 me trajo momentos imborrables, divertidos y muchas nuevas experiencias.
Aquí están algunos de esos momentos en fotos. Y muchos muchos, que me he dejado en el tintero o que no se pueden fotografiar...ni contar.
- Reencuentro en Fuerteventura con mi primo Paco tras 6 años sin vernos
- Vicky y yo fundamos SeoWebb
- Voy con Nuria al concierto de Andrés Calamaro en la Riviera, tras 6 meses de espera.
- Termino el máster de SEO y SEM en KSchool, ¡me graduo! El máster, además de perspectivas laborales me trajo nuevos amigos, y ellos me han regalado muchas cosas: un entusiasmo, una frescura y una amistad que ha significado mucho para mí.
-Mis hijos son una continua fábrica de recuerdos, y no todos buenos. Este verano hicimos un viaje por Francia divertido, variado, gastronómico, cultural y lo disfrutamos los 4
- En septiembre tuvimos un momento "vuelta al instituto". Fuimos Nuria, mi hermana Olga, mi cuñado Juan y mi amiga Julie al concierto de Rosendo, donde vivimos una de las noches más divertidas del año. Recordamos la música de nuestra adolescencia y otras cosas más que no se pueden contar en un blog.
- Y cuando pensé que ya no tenía tiempo ni para rascarme la barriga, mi amiga Bárbara se empeña en enseñarnos ganchillo mientras nuestros hijos dan clase de natación. Sandra, lo logra en un par de clases, yo como en 8, pero aquí está mi primera obra de arte.
- Regalos musicales de mi marido el día de mi santo.
No hablo mucho de él, pero no es muy 2.0 y hay que respetarlo
Hubo muchos más momentos
En octubre vivimos en Alicante unas minivacaciones que nos trajeron un verano otoñal, en mayo vinieron nuestros amigos chilenos, Paula y family, que nos trajeron una nueva y optimista forma de ver las cosas, el terreno laboral ha sido fructífero y con baches y curvas que me han tenido muy entretenida.
Y 2015, os lo digo ya, promete.
miércoles, 17 de diciembre de 2014
Las medias Marie Claire que nunca olvidaré
¿Sabeis cuándo os levantais una mañana y teneis una necesidad imperiosa de estar indecentemente guapas?
Pues el mes pasado tuve un día de esos, y decidí ponerme toda potente y estrenar unas medias nuevas (que no pantis) que tenía en el cajón, ponerme un vestido y sacar la sonrisa de los días de triunfo personal, profesional y hasta maternal. Resultado: ¡pero si me gustaba hasta yo!
Con ese estado de ánimo el día prometía ser bueno en todos los sentidos.
Primera parada del día: había quedado con un amigo para temas de trabajo. Bajo al garaje, me monto en el coche y llego a mi destino. Bajo del coche, y una señora que no conozco se me queda mirando, me sonríe y me dice hola. Joder, pero es normal, pienso yo. Si llevo puesta la sonrisa del triunfador.
Gran error. Se estaba riendo de mí, probablemente. Al dar dos pasos me di cuenta de que la media derecha se bajaba irremediablemente. Y cuando digo irremediablemente, es que en tres pasos llegaba a la altura del tobillo. Como todo tiene solución me la fui subiendo por la calle, con esa fe optimista del que no quiere darse por vencido. Pero no, la media no se quedaba en su sitio, y de tanto forzar el subírmela, le hice una carrera de 5cm de ancho.
No quiero entrar más en el detalle del ridículo espantoso que me marqué delante de mi amigo. Además, si esto me pasa quedando con una chica, pues te lo puedes tomar hasta a risa. Lo cierto es que terminar la mañana sin medias en noviembre no moló nada.
Como la sensación de injusticia no me abandonaba, y no tenía ya el ticket de compra, decidí quejarme directamente al servicio al cliente de Marie Claire, el fabricante de las medias de mi infortunio. Y tras un par de mails, decidieron devolverme las medias.
Hoy he recibido un paquete de Marie Claire y no me han devuelto un par de medias, sino tres pares y les estoy sumamente agradecida. Entiendo que de vez en cuando algún producto puede salir defectuoso y aunque me fastidia y mucho, que me haya tocado a mí... hoy me siento muy contenta, mucho.
No soy muy buena haciendo fotos, pero allá va la prueba. Y lo publico, porque es de bien nacidos estar agradecidos.
Pues el mes pasado tuve un día de esos, y decidí ponerme toda potente y estrenar unas medias nuevas (que no pantis) que tenía en el cajón, ponerme un vestido y sacar la sonrisa de los días de triunfo personal, profesional y hasta maternal. Resultado: ¡pero si me gustaba hasta yo!
Con ese estado de ánimo el día prometía ser bueno en todos los sentidos.
Primera parada del día: había quedado con un amigo para temas de trabajo. Bajo al garaje, me monto en el coche y llego a mi destino. Bajo del coche, y una señora que no conozco se me queda mirando, me sonríe y me dice hola. Joder, pero es normal, pienso yo. Si llevo puesta la sonrisa del triunfador.
Gran error. Se estaba riendo de mí, probablemente. Al dar dos pasos me di cuenta de que la media derecha se bajaba irremediablemente. Y cuando digo irremediablemente, es que en tres pasos llegaba a la altura del tobillo. Como todo tiene solución me la fui subiendo por la calle, con esa fe optimista del que no quiere darse por vencido. Pero no, la media no se quedaba en su sitio, y de tanto forzar el subírmela, le hice una carrera de 5cm de ancho.
No quiero entrar más en el detalle del ridículo espantoso que me marqué delante de mi amigo. Además, si esto me pasa quedando con una chica, pues te lo puedes tomar hasta a risa. Lo cierto es que terminar la mañana sin medias en noviembre no moló nada.
Como la sensación de injusticia no me abandonaba, y no tenía ya el ticket de compra, decidí quejarme directamente al servicio al cliente de Marie Claire, el fabricante de las medias de mi infortunio. Y tras un par de mails, decidieron devolverme las medias.
Hoy he recibido un paquete de Marie Claire y no me han devuelto un par de medias, sino tres pares y les estoy sumamente agradecida. Entiendo que de vez en cuando algún producto puede salir defectuoso y aunque me fastidia y mucho, que me haya tocado a mí... hoy me siento muy contenta, mucho.
No soy muy buena haciendo fotos, pero allá va la prueba. Y lo publico, porque es de bien nacidos estar agradecidos.
martes, 16 de diciembre de 2014
Ana en madrileños por el mundo
Mi amiga Ana sale esta noche en Madrileños por el mundo
Gales mola, Ana también y así le hago publi en Facebook desde ayer.
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