miércoles, 8 de junio de 2011

Compartiendo una historia

Os dejo aquí una historia corta que escribí esta semana para el Curso de Escritura Creativa.
La profesora comentó que la idea era buena pero que debería trabajar el final...pero creo que se va a quedar reposando un tiempo. Creo que el final vendrá solo algún día.

Cuando los sueños y la realidad se cruzan
Por Inma Gallego

Mientras Rafa Nadal disputa la final de Roland Garros con Roger Federer, Pedro sueña despierto en su sofá. No es capaz de atender al partido, tal es su abstracción imaginando como sería una cita perfecta con la Guardia Jurado. Al mismo tiempo, en otro lado de la ciudad, Sofía tiende la ropa en su terraza. Se asoma y observa a tres jóvenes que hacen un calvo a los dos jubilados que ocupan perpetuamente el único banco de la plaza. Les grita un insulto y los jóvenes se suben precipitadamente los pantalones y salen corriendo. Es un día extraño, testigo de la lucha entre el calor asfixiante y la tormenta. Cuando la tormenta se declara vencedora, Pedro y Sofía cada uno en su lado de la ciudad toman la decisión de irse a dormir.

Durante la noche Pedro sueña con unos jóvenes que enseñan sus culos a unos ancianos mientras una mujer que le da la mano les grita y Sofía sueña con una cita romántica con un hombre moreno en el Roland Garros.

El lunes por la mañana el día amanece húmedo, desagradable y apresurado. Apoyando su brazo bronceado  en la barra del metro, Pedro sigue soñando despierto, visualizando como le va a pedir a la Guardia Jurado que salga con él. Sofía, desde su asiento en el metro, agarrando fuertemente una bolsa llena de tomates y pepinos, hace cuentas una y otra vez calculando cual será su saldo bancario a fin de mes y qué vacaciones podrá pagarse.

En los pasillos del trasbordo Pedro y Sofía se cruzan y se miran con curiosidad. Mientras sus miradas se clavan en los ojos del otro, dan vueltas en círculo.

-¿Te conozco?, le pregunta Pedro

-Sí, anoche cenamos juntos en París, responde Sofía

-No, yo anoche estuve contigo en una plaza mientras insultabas a unos críos que tenían los pantalones bajados

-No seas absurdo, eso ocurrió antes de nuestra cena romántica

-La cena romántica no fue contigo y me la imaginé antes, dice enfadado

-Bueno, enfádate, no cambiará nada, ella no va a querer salir contigo de todas formas

Y se va.

Mientras tanto, miles de jóvenes se sientan a hacer sus pruebas de acceso a la universidad, en los pasillos de las oficinas se comenta el partido de tenis del día anterior, un grupo cada vez menos numeroso acampa en la Puerta del Sol y otro grupo cada vez más numeroso se pregunta qué va a pasar con tantas toneladas de pepinos que no se van a consumir. La lucha entre el bochorno y la tormenta continúa, porque ninguna parece haber vencido aún. Lo de ayer fue una ilusión.

6 comentarios :

  1. A mi particularmente me gusta los finales medio abiertos,no necesito un final definitivo,al fin y al cabo la vida siempre continua!
    Oye me gusta eso del curso de escritura creativa, si pillase algo de eso por aquí lo haria!
    PD:te he dejado un premio en mi blog,pasate y lo recojes!!!

    ResponderEliminar
  2. pues a mi me ha gustado mucho, y a mi también me gustan los finales abiertos, que dejen libre la imaginacion, mejor eso que un final facilorro... sigue escribiendo inma!! :-)

    ResponderEliminar
  3. A mí también me ha gustado. Me parece curiosa la historia. En mi caso siempre les cambio los finales a las historias. Rara vez me gusta como terminan.
    Espero leer más historias de ese curso por aquí :D

    ResponderEliminar
  4. Joder, he repetido historia ochenta veces, parezco Shakira con sus canciones ;)

    ResponderEliminar
  5. Gracias fran, pondré alguna más por aquí entonces. Aún no he llegado al profesionalismo de escribirle el futuro a Rajoy, como tú, pero todo se andará

    ResponderEliminar

¡Deja rastro de tu visita! Ya sabes que lo mejor del blog, son tus comentarios