Cuando tras trajinar con el "ponte los zapatos", "quita la tele", "¿que nos falta?", "no, mejor no te lleves la bici", por fin logro llegar al parque, me asombro al ver que ya hay muchos niños relucientes allí. A mi hija de tres años se le salen unos mocos como velas y yo no llevo clinex ni toallitas. Mi amiga Marga, que vive en Londres y también es madre imperfecta piensa que llevo todo lo necesario en el bolso, pero se equivoca: solo lo llevo todo cuando voy a la playa. Se me acaba el agua, y se ponen a llorar y me los tengo que llevar del parque a la cafetería a comprar más y tardo mil años....mientras tanto, con un clínex ajeno les limpio los mocos. Hay días que me quitarían la licencia de madre. He dejado de gritar a mis hijos porque dos vecinos me oyeron gritar desde el quinto piso mientras ellos estaban en la piscina y luego me lo comentaron en el ascensor. Todavía sigo teniendo cierto tono verde de vergüenza en mi tez. Todos los niños parecen obedecer a sus padres a la primera menos los míos, sobre todo el mayor y uno se pregunta, pero si yo les quiero,¿qué he hecho mal?
Cuando veo a mis hijos sufro de orgullo de madre y los veo más guapos y más listos que la media, eso es verdad, no lo puedo evitar. No puedo evitar tampoco alegrarme cuando es otro niño el que da la nota, el que se porta mal y al que castigan...porque detrás veo que hay otro padre que sufre...y no estoy sola.
Yo soy la susodicha amiga Marga que vive en Londres.
ResponderEliminarYo te entiendo si es que cuando sale uno de casa con los ninos parece que se va uno de viaje, yo hasta me compre uno de esos bolsos que parecen infinitos para llevarlo todo. Claro que uno se pasa media hora buscado algo en la inmesidad del bolso.
Yo creo que nunca olvidare nuestras vacaciones en la playa, no porque nuestros adorable esposos nos dejaron solas y se escaquearon a tomar una birra si no por el viajecito en coche a la boda en Cartagena, un dia deberias contarlo por aqui. Yo hoy me rio, pero ese dia ni un pelo. Hay que decir que si no fuese por las galletas Maria mi hija se hubiera muerto de hambre.
mujer, clinex arriba clinex abajo, todas somos igual de imperfectas, y menos mal no? :-)
ResponderEliminar@Marga: es verdad, tengo que dedicarle un artículo a nuestra aventura: sobre el GPS, el pueblo que no existía, la niña de las galletas María y el niño disfrazado del Zorro
ResponderEliminar@Loulou: menos mal que la imperfección es cosa de todos...pero sólo algunas lo aireamos....al aire
Dudo muy mucho que haya padres perfectos (aunque me vienen a la cabeza algunos casos) y para mí, en cualquier caso, la perfección es saber vivir con este caos sin perder la sonrisa demasiado a menudo.
ResponderEliminarNo seamos tan duros con nosotros mismos, y sonriamos más. Hoy tengo el día Bucay, mira tú...
Besos!
Sólo puedo decir que mi sobrina es la cosa (digo cosa porque es un demonio, no una persona) más mala que ha pisado la Tierra.
ResponderEliminarSinceramente yo, al menos de momento, no sería capaz de soportar a un niño constantemente al que tener que educar. Es un trabajo de chinos. Así que te felicito porque tú lo realizas con entera dedicación, si no fuese así no tendrías dudas de si eres una buena madre.
@Mente Brillante: gran verdad, lo que tiene mérito es no perder la sonrisa
ResponderEliminar@Fran: gracias gracias gracias
Ser madre es un equilibrio entre el caos y la gratitud. Afrontar desafíos constantes, pero también sentir un amor inmenso que hace que cada sacrificio sea una recompensa
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