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lunes, 13 de octubre de 2014

Herramientas de Trabajo

¡Qué importante es tener buenas herramientas de trabajo!
Ya tengo nuevo ordenador, que:
- Pesa poco
- No se desconecta cuando menos te lo esperas
- Con una batería que dura horas
- Rápido
- Que no quema

Y es que sólo lo tengo desde hace un par de días y ya he multiplicado el rendimiento...
¿A alguno le fallan las herramientas de trabajo?¿Qué solución habeis puesto?

lunes, 14 de julio de 2014

Y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1, las 2 y las 3...

Pues anoche me dieron más de las 3, nada menos que las 4 de la mañana terminando un trabajo. No es que lo dejara para último minuto, es que tenía ansia por quitármelo de encima lo antes posible.


Hoy me he vestido de mamá zombie y me he puesto como objetivo llegar al final de día con dignidad. Sí, me he puesto el uniforme de madre, porque el de trabajadora, mujer y rockera lo tenía arrugado después de la noche en vela.  Y lo he conseguido. Lo de la dignidad, digo. Arrastrándome entre las paredes de mi casa, la M30 y el bar del pincho del tortilla, he  solventado este día. Sólo un baño en la piscina a las 6 de la tarde ha logrado traerme al mundo de los vivos.

Y así que a estas horas, con el horario cambiado y la música tronando en mis oídos, voy arrancando mis proyectos poco a poco, con la esperanza de que el mes de agosto me pille organizada y con tiempo para lanzar y terminar algunas cosas.

Y os dejo con una frase de una canción del próximo concierto al que quiero ir:

Siempre fuera de lugar.
Cerca de mis sueños, lejos de mí
más allá del horizonte.

viernes, 4 de julio de 2014

Trabajar desde casa otro feliz verano

Cada verano, trabajar desde casa se convierte en un reto. Que si el ordenador me da calor, que si me llegan los gritos de los niños desde la piscina y los alaridos con sonido a orgasmo repentino de los jugadores de pádel, que si entro en bucle con una canción, que la nevera parece vaciarse sola, que mis hijos pasan más tiempo en casa que nunca, que me resulta imposible quedar para comer, así que quedo para tomar café....y la cafeína se me sube a la cabeza...

El caso es que este es el quinto verano trabajando desde casa y por ahora, está siendo positivo. Positivo porque hace menos calor, porque han bajado considerablemente el precio del campamento de verano del barrio, porque me gusta más mi trabajo, porque Bárbara y sus hijos vienen a veces a la piscina, porque mi amigo argentino Damián vino desde Bélgica y no hemos parado de hablar y hemos ido al teatro a ver una de Yllana (aún tengo agujetas en la tripa de reirme) y porque con algunos amigos del máster tenemos una comunicación que me hace sentir muy acompañada...y claro, porque este año tengo a mi socia Vicky conmigo, y ya nada es lo mismo, es mucho mejor. Acabamos de terminar la web de un locutor profesional, además.

Aunque pasan los años y no salimos del "mamá mira", del "tengo hambre", y del "quiero ver la tele", al menos por las noches, con nocturnidad y alevosía logro ir terminando tareas laborales. Entre escribir sobre las maravillas del paté y las confituras francesas, sobre el punto dulce y la endiablada potencia de las raquetas de pádel y sobre las particularidades de los talleres de cocina, mirar campañas de Google y mucho más, se me empieza, de nuevo a escurrir el tiempo, a desaparecer y a sentir que 2014 terminará sin ni siquiera haber empezado.


Como siempre, lo sabemos, la vida se disfruta cuando hacemos lo que nos gusta y con la gente que nos gusta, y es ahí donde yo pongo todos mis esfuerzos: en lograrlo

Y os dejo con una frase que se encontró en una biblioteca de Aluche:

Si te he visto, no me acuerdo

Si te desvisto, no me olvido



lunes, 9 de junio de 2014

Un día te levantas y te das cuenta de que te ha invadido el CAOS

Pues sí, me doy cuenta de que despacito, despacito el CAOS, así con mayúsculas se ha instalado en mi vida. Es muy listo, el CAOS. Un día te pone a hacer tres mil cosas a la vez, otro te dispersa, otro te distrae, y terminas aceptándolo como amante,compañero de piso, amigo, enemigo y segunda piel.

Señor CAOS, hoy me he dado cuenta de que me ha invadido durante el último mes y medio. Que con tanta Semana Santa y tanto puente seguido, le ha resultado chupado pegarse a mí. Que no quería aceptarlo, que decía que la semana que viene ya no más, pero usted persistía y se quedaba a mí lado.Que usted sabe muy bien que los que trabajamos de casa somos sus víctimas más fáciles.

Pues hasta aquí hemos llegado, hombre. Que yo antes me leía casi a diario los blogs de mis amigos y amigas bloguer@s, que hacía la casa en tiempo récord y que me sobraba tiempo de trabajo para hacer mis proyectos personales sin que se me moviera una sola pestaña.

Jódase, Señor Caos, porque le acabo de echar de casa y sin maletas. ¡El orden ha vuelto a mi vida!

miércoles, 16 de abril de 2014

Semana Santa 2014: 14 días combinando trabajo desde casa con hijos en casa

Semana Santa para los niños del Liceo Francés significa en 2014 ...nada menos que 14 días de vacaciones. 14 días de peleas entre hermanos, 14 días de quiero ver la tele, 14 días de mira mamá, 14 días de tengo hambre, 14 días de ¿qué hacemos? Resumiendo: 14 días llenos de "armonía" en los que disfrutaremos de la mutua compañía.

Pues sí, queridos amigos. Mientras vosotros dejais de nuevo a los niños el día 22 en el cole, yo seguiré trabajando desde casa, entre gritos, exigencias, palabras clave, adwords y emails....4 días más.

Estos tres días previos a las vacaciones de verdad de Semana Santa, mis hijos van al campamento de verano del polideportivo del barrio,  que tiene tres ventajas: dura 5 horas, es barato y está a 2 minutos a pie de casa. ¡Ah! También se lo pasan bien y hacen deporte y amigos...pero lo mejor es lo de las 5 horas, en serio. Y también mola cuando se van a jugar a casa de un amiguito y me quedo con un hijo solo.

En fin, que trabajar desde casa es lo que tiene. Por cierto, que este año el Conejito de Pascua se va a equivocar y viene el domingo en vez del lunes, ¿vale?
Es que el lunes tengo una reunión.



lunes, 7 de abril de 2014

Depresión post-máster

Nadie me lo había dicho, no me lo imaginaba...¡la depresión post-máster existe!

Este fin de semana terminé el máster de SEO y SEM que llevo cursando desde noviembre. El alivio de presentar el trabajo fin de máster fue el esperado, porque no hay nada como quitarse de en medio una tarea "ingrata"...pero ahora...ahora se presenta una inesperada cara B.


Terminar el máster significa  recuperar los fines de semana, tiempo en familia y horas de sueño. También significa que ya no hay excusas, que hay que trabajar mucho y más en serio, que hay que ponerse las pilas y hacer de nuestro proyecto un éxito.

Y por otro lado, me encuentro con esta depresión post-máster. Trabajar desde casa, como ya he contado muchas veces tiene un lado oscuro, que es el de la soledad, el de pasar tanto tiempo en casa delante del ordenador, con YouTube como única compañía. Y el máster ha supuesto conocer gente muy diversa, lo que es enriquecedor, pero lo mejor ha sido poder compartir, dudas, risas y anécdotas con gente de carne y hueso delante de un café y no delante de una red social.

Compis del máster, os echaré de menos a todos, todos...Echaré de menos las risas con unos, el flirt con otros, a los compañeros de al lado y el lado oscuro de algunos que se visten de blanco, la complicidad adquirida con el paso de las clases...¡y ese buen rollo!

Aprovecho el post para compartir con mis seguidores algunas webs de compañeros / profesores dignas de enlazar y visitar:

- El sector finanzas, liderado por Topbanco
- Al consultor más sexy, o eso pretende Consultor Guapo
- Las mudanzas más chulas y dinámicas de la web, Movesimo
- Y la web más musical de la red, Chiskeik

Para los que estais enganchados a los e-síndromes, en breve, muchos más.


martes, 25 de junio de 2013

Campamento de Verano y trabajar desde casa

Este verano se anuncia magnífico.
Porque tengo trabajo, sí, tengo trabajo, pero lo suficiente para estar entretenida y no estar estresada. En su medida justa.
Los chicos acaban el cole a finales de esta semana y la que viene empiezan un campamento de verano a 3 minutos a pie de casa, en el polideportivo Municipal. Un campamento de piscina, deportes, talleres e inglés (ya, como si fueran a aprender algo de inglés, no soy tan ilusa, pero estaba en el programa).

Esto me permitirá, y sé que suena fatal, tener a mis hijos lejos de mí durante 5 horas diarias, lo suficiente para hacer las mínimas tareas del hogar y trabajar...¡Y luego pasar la tarde con ellos vagueando, en la pisci, viendo algo de tele, haciendo bizcochos, sudando en el parque-desierto que tenemos en frente, o discutiendo, porque de vez en cuando no nos llevamos nada bien!!

Este verano, amigos no envidio a nadie. NO os envidio, porque se presenta estupendo, sociable, relajado y con algo de trabajo....

Campamento de verano + trabajar desde casa cuando no hay estres = Vida ideal

¡Viva el verano sin estrés!!!

lunes, 8 de abril de 2013

Trabajar desde Casa: La verdad verdadera y el lado más oscuro

Trabajar desde casa puede ser guay o puede ser totalmente no guay.
Yo he llegado hoy a una gran teoría y una verdad universal sobre trabajar desde casa. Ya me vale llegar a la verdad verdadera tras 4 años de trabajo desde casa, pero os aclaro que este conocimiento lo he adquirido con la experiencia.
Compartiendo esto con vosotros os ahorro 4 años de ensayo - error si os planeais el teletrabajo.

Primera verdad
Lo ideal es trabajar 3 días desde la oficina y 2 desde casa o viceversa. Creo que eso lo sabemos todos, porque así sacas lo mejor de ambas modalidades. Yo ahora trabajo para una empresa que está en Barcelona. Como yo vivo en Madrid, no es una opción.

Segunda verdad
Trabajar desde casa está bien si esto te permite disfrutar de más tiempo libre. Es decir, que trabajar desde casa para echar más horas que un tonto es absurdo. Desde aquí me atrevo a decir que más de 5 / 6 horas al día de trabajo desde casa, comienza a ser complicado, sobre todo si tienes hijos

Tercera verdad
Si tienes hijos, el trabajar desde casa lleva implícito el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos cuando vuelven del cole. Y cuando tienes hijos el trabajo doméstico no es moco de pavo: hay más camas por hacer, la nevera se vacía antes y juguetes tirados por doquier. Y los hijos....cuando vuelven del cole vienen a casa, que es donde estás tú, teletrabajador. Y aunque alguien esté ocupándose de ellos...ten por seguro que te van a molestar cada dos por tres.

Y mi verdad verdadera
Yo he trabajado desde casa en 3 modalidades
1- menos de 25 horas y sin trabajar los viernes. No ganaba demasiado pero tenía una vida guay...fin de semanas de 3 días, taichi, defensa personal....
2- 30 horas a la semana y con un trabajo muy mécanico el 40% del tiempo. Me encantó, porque empezaba tempranito sobre las 8 y terminaba pronto y tranquilamente. Pilates, defensa personal, escritura creativa....
3- A tiempo completo, como ahora. Actividades extraescolares propias, cero. Mi única ventaja es que dos días a la semana parto rauda y veloz sobre las 4.45 a buscar a mis hijos al cole y llevarlos a la piscina. Mientras ellos nadan, yo estoy haciendo llamadas y mirando el iPhone con cara de maniática.



El lado más oscuro: Tengo los derechos de un autónomo (ninguno), las obligaciones de un empleado (horas extras incluidas, reuniones, presión por resultados...) y el trabajo ingrato de un ama casa. En mi pueblo, a eso se llama comerse los cagados. Y a esta situación he llegado yo solita, poco a poco y paso a paso.... a veces se da un paso al frente profesionalmente y 3 hacia atrás personalmente.

Así que aprende de los errores ajenos, es decir los míos, amigo mío si quieres trabajar desde casa










martes, 17 de enero de 2012

TeleWorking y el trabajo doméstico

Otra entrada sobre las situaciones varias que se crean al trabajar desde casa. Ni es oro todo lo que reluce, ni mierda todo lo que huele mal.

Positivo.
Hoy me he mirado al espejo y se me ha caído el alma a los pies. Estaba fea, y aunque he intentado arreglarlo no he podido y es que ayer también estuve fea y grisácea. Me he puesto a trabajar y a las 13.00 cuando pasé accidentalmente delante de un espejo....me avalanché al teléfono y llamé al centro de estética. A las 14.15 me he hecho unos arreglitos que aunque no milagrosos me han subido el ánimo. Eso se puede hacer cuando trabajas desde casa.

Negativo
Después de cenar mi pareja sentimental y mosca cojonera se come un yogur. El último. Media hora después Olga quiere también un yogur. Y mi hombre, de pareja sentimental se transforma en mosca cojonera y empieza a soltar perlas: es que en casa no hay nunca nada, no hay comida, como es que no bajas a por yogures cuando se van a acabar si el súper está abajo.
Me enfado y me piro a bloguear para no hacer o decir algo de lo que luego me arrepienta, que últimamente está a la orden del día. Ay, amigos y es que no sabíais esta fórmula matemática simple e indiscutible:

Trabajar desde casa=tener la ropa limpia+tener la nevera llena+hacer la cena+recoger la casa

Y de esto yo deduzco.....:

Si quieres yogures=te los compras

Si vivimos bajo el mismo techo:
Súper debajo de mi casa=súper debajo de tu casa

Danone, tiembla que en mucho tiempo yo no te compro un yogur!!!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Trabajar desde Casa: La Navidad

Escribo mucho sobre la problemática y las ventajas del trabajador desde casa. Probablemente sea porque trabajo desde casa.
El trabajador en modo tele-working mira hacia la llegada de la Navidad con una mezcla de terror e ilusión sabiendo que entre col y col le meterán lechuga y que recibirá una de cal y otra de arena. Me explico.


El Terror
No has cogido vacaciones, porque al fin y al cabo hay un número limitado de días libres al año y en algunos casos, como es el mío, tomárselos en Navidad, es un desperdicio. Así que trabajas, desde tu casa, mientras tus hijos tienen vacaciones, desde tu casa. Tu pareja, por otro lado, tiene algunos días libres pero como tú estás en casa, pues aprovecha para hacer cosas que en otro momento no podría hacer, como hacer un curso en plan jornada intensiva. Así que ya te estás imaginando, trabajando en el salón mientras a tu alrededor tus retoños juegan, se pelean, pintan y hacen mantelitos de papel hasta que les tienes que enchufar a la tele para poder terminar tu trabajo de una vez. Aún así, hay que ser positivo. Este es el momento ideal para que los niños pasen un par de días en casa de la Abuela y se conozcan aún más, si es que eso es posible, al menos para que puedas asistir a la reunión mensual de la empresa con cierta dignidad. Digo.

La Ilusión
La Navidad...no nos engañemos. Lo que más mola de la Navidad son los regalos y la decoración..y la Cabalgata de Reyes, aunque este año en Madrid han suprimido casi todas las de los barrios por falta de presupuesto. Y a los niños, que cuentan los días con los dedos de sus manos, lo que cuentan  son los días que quedan para poder ver algún regalo envuelto en papel brillante debajo del árbol. Y es que de verdad, la cena familiar, el amor, la unidad...es muy bonito todo, pero a parte de los langostinos carnosillos, poca gracia tiene sentarse en una mesa rodeada de cuñados con cara de haba. Y señores, diciendo esto me pringo porque mis tres hermanas se leen mi blog y una de ellas, Olga, hasta comenta. Y es que caras de haba, las hay. También hay quién hace un comentario desacertado sobre temas escatológicos que molestan a los demás (esa soy yo) y una además no puede ni refugiarse en la técnica de voy a descargarme por lo bajines con mi pareja hablando en francés que así no me entienden...no...porque mi cuñao es francés y me entiende y mi hermana que es su mujer también y mis hijos ahora también y el mayor lo larga todo. Así que cuñaosss esta Navidad al que ponga cara de haba le meteré mano bajo la mesa. Y a lo que iba: que la ilusión de Navidad es vivirla como la viven mis hijos, con esos nervios por la noche antes de que vengan los Reyes o Papá Noel (que se reparten los regalos), con miedo a no dormirse y que no vengan, con ganas de vislumbrar sus capas por la noche y con miedo a que entren a su habitación mientras duermen.....Y es que imaginaros, unos señores que no has visto en tu vida van a entrar en tu casa a dejar unos regalos en tu zapato. Fantástico, tremendo...
Así que entre emails, reuniones, planificaciones y programaciones, vigilaré que mis hijos no se maten entre ellos y llevaremos algunos proyectos a cabo.

Proyectos:
Hugo tiene que aprender a medir con la regla
Olga tiene que aprender a hacer series de gomets
Tenemos que hacer un brownie a la tía Olga
Yo quiero otro brownie
Imprimir fotos familiares para el árbol genealógico del cole de Hugo

y divertirse!!

lunes, 28 de noviembre de 2011

Trabajar desde casa cuando los peques están malitos

Tengo tantas cosas en la cabeza que creo que ya no cabe ninguna más.
¿No os ha pasado nunca que tienes un montón de cosas que hacer, que hay como un embudo en tu vida y parece que todo se queda a medias? ¡Mi lista de tareas ocupa un folio A4!
Además, cuando parece que por fin ha llegado el día en el que voy a desatar este nudo, pasa algo. Como hoy, con un montón de llamadas pendientes por el trabajo y se pone mi hija mala- con pota y tener que cambiar y lavar toda la ropa de su cama incluido.
Y es que tener a un peque en casa supuestamente enfermo mientras estás trabajando es agotador. ¡De verdad! Porque por la mañana tienen fiebre, están de verdad malitos, pero a eso de las 10 o las 11 se despiertan totalmente regenerados y no veas si dan la coña.
¿Qué hay de comer? ¿Dónde vamos? ¿Juegas conmigo? ¿Hay pegatinas? ¿Me pintas las uñas?  ¿Le pones el zapato a Trudi? Y todo mientras parpadea el skype porque un compañero está histérico porque no le has mandado a tiempo las estadísticas.
Y es que los mayores, cuando nos ponemos malos, no nos recuperamos así como así, por mucho ibupofreno que tomemos....

martes, 19 de julio de 2011

Trabajar desde Casa

Cuando digo que trabajo desde casa despierto reacciones varias.
De envidia: ¡Qué guay, así podrás organizarte como quieras y ves más a tus hijos!
De pena: ¿Y no te aburres ahí todo el día sola?
De incredulidad: ¿Y no te dan ganas de dejar de trabajar y ponerte a hacer la casa?
De intriga: ¿Cómo te organizas? ¿No te entran ganas de pasar el día en pijama?
De lástima: Te vas a volver como esos americanos que nunca salen de casa

Qué quereis que os diga, alguna verdad hay en casi todos esos comentarios, salvo en el de que si me entran ganas de ponerme a hacer la casa, porque la verdad, todavía no he encontrado pasión en ponerme a limpiar y tender la ropa.
Hace 7 años, coincidiendo con mi primer embarazo, tuve que trabajar desde casa durante 6 meses, porque no había sitio para todos los empleados en las oficinas. He de decir, que me vino bien para tener una vida reposada, pero la experiencia fue negativa. Me levantaba, me lavaba los dientes, me ponía las gafas y así en pijama me ponía a trabajar. A pesar de que quedaba para ir a ver clientes, viajaba unos días al mes a Londres y dos días a la semana me obligaba a quedar con alguien para comer, pasaba mucho tiempo encerrada en casa sola y sin ninguna disciplina para arreglarme o salir un rato por la mañana. Vi muy poco de positivo a la experiencia.


Hace 2 años me tuve que poner a trabajar por mi cuenta y una empresa de Barcelona me dio la oportunidad de colaborar con ellos llevando una página web de viajes. Y trabajando desde casa. Como ahora tengo hijos, pues el tema varió mucho. Por la mañana tengo que llevar a mi hija pequeña a la guardería, por lo que tengo que levantarme, arreglarme, vestirme y salir de casa. Gracias a esto, crear una rutina ha sido fácil. Después de dejar a mi hija en la guarde, arreglo un poco la casa, porque no tengo más remedio, y me pongo a trabajar. También dos mañanas a la semana hago algo de deporte (taichi y defensa personal), lo que me hace salir de casa, hacer algo divertido y sano y de paso socializar con mi maestro y compañeros. A veces salgo a hacer visitas comerciales, una vez al mes voy a Barcelona y no me siento que estoy apalancada en casa.
En definitiva, a esta experiencia le doy un notable alto. Hay muchas ventajas: paso más tiempo con mis hijos, mis tardes son suyas, no pierdo tiempo en el transporte, me concentro mucho en el trabajo en mi soledad y no pierdo tiempo en cafés, charlas y cotilleos y si hay algo que no tengo tiempo a acabar, lo acabo por la noche. Si un niño se pone malo, cosa que no suele pasar, pues se queda en casa y no pasa nada.

Evidentemente, no todo es un lecho de rosas, ya que la tentación está allí, el estar solo invita a distraerte, ya sea en forma de facebook, youtube o el libro que te estás leyendo y a veces me siento sola. Hay que ser firme y no sucumbir. Yo reconozco que a veces me quedo un rato en facebook. También hay que cuidarse, aunque estés en casa y no pasarte el día en chándal. Tampoco es que vaya de traje, pero bueno ir decente, hace que te sientas bien. Lo peor es cuando llegan los niños y tienes que acabar algo, es que no me dejan y alguna vez mientras hablo por teléfono me han abierto la puerta de despacho y se han liado a voces. Son pequeños y me cuesta hacerles entender que estoy trabajando y no jugando a los marcianitos.

En un mundo ideal, lo bonito sería poder combinar teleworking y oficina. Creo que ir a una oficina de vez en cuando es positivo para intercambiar ideas, y mejorar la comunicación. Trabajar desde casa y pasar uno o dos días por semana por la oficina creo que tendría un balance positivo para las empresas y los trabajadores. Todos sabemos que las horas de productividad son limitadas. Por el hecho de que una persona trabaje durante 12 horas, no significa que produzca el trabajo de 12 horas. Porque al final se está tan cansado que el nivel y la rapidez bajan considerablemente. Yo os aseguro que me concentro y a veces se me pasan las horas que ni me doy cuenta.
¡Tenía ganas de compartir esto con el mundo!

lunes, 9 de agosto de 2010

Ultimamente casi no salgo de casa


Volvimos la semana pasada de nuestras vacaciones en Menorca. Es un destino ideal para ir con la familia. No hay atascos, es tranquilo, y hay entretenimiento para los niños por doquier. Debe ser además unos de los pocos sitios de costa españoles en los que no tienes que sufrir para plantar la sombrilla.
Vacaciones aparte, ahora he vuelto al mundo real y se me está haciendo surrealista. Con los niños en casa todo el mes de Agosto y yo trabajando desde casa y viviendo en una urbanización con piscina y el supermercado en el mismo edificio, vivo como un americano esos de película que no salen de casa.
Por la mañana trabajo mientras mi madre se lleva a los niños al parque a que llenen sus zapatos de arena para que luego los vacíen en el salón y yo lo barra. La tarde la pasamos en la piscina con los 4 vecinos que quedan y con los que ya nos vamos pareciendo a una familia. Hoy hasta he hechado una carrera a nado y casi me ahogo de la risa. Además, con el rollo piscinero cuando quedo con alguien prefiere venir a verme para darse un chapuzón. El domingo tuve una visita de mañana y otra de tarde. Toma ya....
Total, que al final no salgo de aquí. En 5 días sólo he salido tres veces del edificio: una a la esteticista que está a 3 minutos de casa, otra al supermercado que está en el mismo edificio y la tercera fue toda una excursión porque fui hasta Carabanchel a ver a mi sobrino Moisés y a mi hermana Olga.
Tengo que salir, mañana me pondré los tacones y las perlas y me iré al Hipercor. Igual me da agorafobia. Lo peor de todo es que estoy feliz como una perdiz y no he engordado. Da miedo

miércoles, 31 de marzo de 2010

¿Qué pasa cuando tu proveedor de ADSL te deja tirado?

Que tu proveedor de ADSL te deje tirado y sin internet (y si teléfono y sin canales de televisión y sin PlayHouse Disney) es una situación terrible, ¿verdad? Pues si como yo, trabajas desde casa esta situación se convierte en tragedia. Y si tienes que dejar programado el envío de un boletín de ofertas de viaje para el día siguientes la situación se convierte en urgente, estresante.
Esto me pasó hace bien poco y acabé trabajando varios días desde el Starbucks cercano al Reina Sofía, con su consecuente empacho de chai-tea-latte y cookie de chocolate blanco (qué empacho más rico).
Carrie (Sarah Jessica Parker), en Sexo en Nueva York, creía que la gente que está en las cafeterías con el ordenador lo hacían para presumir y hacerse los interesantes. Más adelante, se peleó con su novio y para no estar en casa se fue a trabajar al café de turno. Entonces llegó a la conclusión de que los cafés con wifi están llenos de personas que se han peleado con sus parejas y se niegan a poner un pie en su casa. Pues no, Jessica, los cafés con wifi (lo que en Madrid se limita a Starbucks y cuatro más) están llenos de pobres tipos a los que su proveedor de adsl les ha dejado tirado.
Moraleja: me he comprado una conexión de internet móvil...por si acaso